El arzobispo dominicano Nicolás de Jesús López, que participa en Quito en el Tercer Congreso Americano Misionero como delegado del Papa Benedicto XVI, aseguró ayer que la función de la Iglesia no es la política, sino la evangelización.
Las declaraciones de López se dan en un momento en que la Iglesia de Ecuador mantiene fuertes confrontaciones con el Ejecutivo por el proyecto de nueva Constitución que será sometido a referendo el 28 de septiembre. “Nadie puede discutir que la función de la Iglesia no es política.
Jesucristo envió a la Iglesia a evangelizar”, dijo López en una de las reuniones del congreso, en el que participan unos 3.000 misioneros y 120 obispos de todo el mundo. La Iglesia ecuatoriana asegura que la nueva Constitución “es un hilo conductor del estatismo”, deja las puertas abiertas al aborto y desvirtúa a la familia.
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