Aquí los llaman el Dream Team 8. Y hace dos años en Japón los llamaban el Dream Team 7.
Puede ser que el mundo haya sido atrapado por el básquet durante la última década, pero no ha logrado enterarse de que la Federación Americana abandonó el término “Dream Team” luego de las Olimpíadas de Atlanta en 1996, en el momento en que se dieron cuenta de que el nombre del auténtico y original Dream Team que ganó la medalla de oro en Barcelona en el ’92 debería haber sido retirado como muestra de homenaje.
“Nosotros no somos el Dream Team”, dijo el entrenador Mike Krzyzewski una y otra vez durante las últimas 2½ semanas cuando respondió preguntas de parte de varios periodistas chinos que usaban ese nombre en el preludio de sus preguntas. “Solamente habrá un Dream Team, y nunca más habrá otro”.
Eso podrá ser cierto, pero aún así es válida la idea de comparar el equipo estadounidense ganador de la medalla de oro de este año con aquel que marcó un hito que jamás será superado.
Ambos eran equipos dominantes a su modo. Aquel de 1992 aplastó a todos los oponentes en su camino, comenzando con una victoria por 79 puntos ante Cuba en el primer partido del Torneo de las Américas del '92 y terminando con una victoria por 32 puntos de ventaja ante Toni Kukoc y Croacia en Barcelona.
El equipo de 2008 aplastó a la oposición en todos los partidos menos uno (la victoria del domingo por 118-107 ante España) y marcó su punto más alto con una victoria por 68 puntos sobre las Islas Vírgenes (EEUU) durante el Torneo de las Américas del 2007 en Las Vegas.
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