La necesidad de procurarse el sustento diario ha lanzado a las principales calles y avenidas de la Capital y la provincia Santo Domingo a cientos de haitianos y dominicanos que en algunos casos apelan a la agresión contra conductores que les rechazan sus ofertas de limpiar los cristales de sus vehículos a cambio de algunos pesos.Situaciones desagradables se suscitan diariamente en las intersecciones de importantes avenidas, donde esos haitianos también ofrecen todo tipo de mercancías a los conductores, pero también se dedican a limpiar cristales sin el consentimiento del automovilista, que en ocasiones accede a darles cinco o 10 pesos.
Sin embargo, los largos taponamientos y el calcinante sol que castiga a los conductores en ocasiones los torna iracundos y rechazan de manera cortante el servicio que les ofertan.
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