CUANDO SE QUIERE, SE PUEDE...
Las inundaciones en La Barquita han desplazado a muchos de sus moradores hacia solares y patios de casas vecinas, a la espera de un anunciado censo para fines de reubicación. Pero la niña de la foto no está en ánimo de esperar por el cumplimiento de una promesa que puede quedarse en eso, en promesa, y prepara, bajo una lona y con su cama y enseres a la intemperie, la tarea de la escuela, ajena, en su inocencia, al futuro incierto de sus padres por la condición de extrema pobreza en que viven.
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