Un contingente de 280 soldados salvadoreños regresó ayer al país tras seis meses de cumplir una misión en Irak como parte de la coalición militar que encabezan fuerzas estadounidenses.
El grupo de soldados del batallón “Cuscatlán” llegó en un vuelo fletado por el gobierno de Estados Unidos y fue recibido por el ministro de la Defensa Nacional, general Jorge Alberto Molina, en una base militar contigua al aeropuerto Internacional, a unos 45 kilómetros al sureste de la capital. Los efectivos vestían ropas de camuflaje y fueron bajando del avión con su fusiles M-16 y las manos en alto, al tiempo que sonaba música de banda.
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