Gerardo Báez de la Cruz ya no recuerda lo que se siente caminar con las dos piernas y nunca ha podido cargar a su hija de cuatro años sin apoyarse en una muleta.
Soñaba con ser pelotero o bailarín, pero por ironía de la vida, un camión le arrancó su pierna izquierda a la edad de nueve años. Hoy, cuando trae a la memoria lo que fue su anhelo profesional, suplica para que alguien se apiade de su desgracia y le ayude a obtener una prótesis. El doloroso momento lo sufrió hace 20 años, un día que salió a vender huevos hervidos, oficio que realizaba para colaborar con la manutención del hogar de Bernardo y Julia, sus padres. Báez de la Cruz, quien limpia cristales de vehículos en la intercesión de las avenidas 27 de Febrero con Ortega y Gasset, tardó tres años en recuperarse de la tragedia.
Lo peor sucedió, narra, cuando su madre perdió la batalla legal y su abogado desistió del caso, en una aptitud que consideraron sospechosa. No lograron un centavo de parte del conductor, ni de la empresa propietaria del vehículo.
A sus 29 años, Báez de la Cruz se gana alrededor de 400 pesos por día, siempre que no llueva y encuentre personas que le den más de dos pesos. El escaso presupuesto, bajo la inclemencia del tiempo, debe invertirlo en el pago de una vivienda, de RD$800en el sector La Barquita, en Los Mina.
Sus dos grandes amores son su hija Yanley y su esposa Selenia. Para ellas trabaja y sufre la desventura de regresar al hogar con escasos pesos. “Yo pago 60 pesos diariamente para llegar a la esquina donde limpio cristales de carros y de lo que me gano debo comer también”, afirma Báez de la Cruz, para quien lo que cuenta es trabajar con dignidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Esto es algo digno de apreciar, este hombre es un gran emprendedor!
ResponderEliminar