
La amiga de mucho tiempo de Madge, la reina de la noche Ingrid Casares, fue despachada con tareas después del anochecer para mantener al jugador de los Yankees ocupado durante la actuación de Mariah Carey en la fiesta del elegante nuevo enclave en South Beach pero mientras pasaba la noche el manto de seguridad de Madge pareció cansarse. Rodríguez se estableció en la mesa privada del promotor Tommy Pooh con Casares, quien lo escudó del flujo constante de las cazadoras de Miami. Pero la chica de Madonna pudo hacer poco para evitar los encantos de Hudson, la compañera de mesa.
“Hudson tuvo sus brazos completamente alrededor de la cintura de A-Rod y cada vez que él se inclinaba para hablar con alguien ella lo halaba para acercarlo de nuevo a ella,” dijo un espía de South Beach. “Ellos estuvieron riendo y cuchicheando toda la noche.”
La belleza latina Sofía Vergara trató de frustrar los galanteos de Hudson, acercándose a la mesa y colocando sus amplios atributos en la cara de A-Rod, mientras expresaba exageradamente lo mucho que amaba al jugador. Pero Hudson rápidamente le secreteó algo a su oído que trajo de nuevo la atención hacia ella.
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