Cuando Laxmi Das, una mujer de 60 años de edad, llevó sus ahorros a un banco en la ciudad india de Calcuta, la operación bancaria fue mucho más que un depósito común.
Das entregó a la entidad bancaria más de 91 kilogramos de monedas -el producto de 44 años de pedir limosnas- lo que le permitió abrir una cuenta bancaria y le dio derecho a solicitar una tarjeta de crédito.
Laxmi Das comenzó a mendigar cerca de Hatibagan, una concurrida intersección en el norte de Calcuta, cuando tenía 16 años.
Funcionarios señalan que Laxmi pudo haber ahorrado hasta US$692.
"Ella solía gastar de su colecta diaria con frugalidad y ahorraba las monedas. Era muy posesiva con ellas", cuenta su hermana Asha.
Das depositaba las monedas en baldes de hierro cubiertos con sacos de yute que dejaba en su vivienda, ubicada en una zona humilde cerca de la intersección.
En total, logró reunir cuatro baldes llenos de monedas de todas las denominaciones. Algunas de ellas datan de 1961 y ahora se encuentran fuera de circulación.
"Aceptaremos esas monedas también porque ella es pobre y necesita toda nuestra ayuda", indicó el portavoz del Banco Central de la India, Shantanu Neogy.
El funcionario expresó que existe una directriz del banco de aceptar todas las monedas obsoletas y reembolsar al depositante en su totalidad.
Laxmi Das le dijo a los empleados bancarios que había guardado las monedas para cuando alcanzara una edad avanzada y necesitara una pensión porque en ese momento estaría muy vieja para pedir limosna. La policía la animó a depositar el dinero pues temía que los ahorros fueran robados.
"Para ella, ya no es seguro tener las monedas en su vivienda ahora que la gente sabe", señaló Baidyanath Saha, un funcionario policial.
"Una cuenta bancaria sería la mejor opción para sus únicos ahorros".
Los empleados bancarios indicaron que todavía están contando miles de monedas y aún se desconoce la cantidad exacta de sus ahorros.
Según ellos, quedan "muchas monedas por contar".
Una vez que su cuenta bancaria sea abierta, los empleados del Banco Central de India la aconsejarán sobre cómo utilizar su dinero.
La mujer decidió ignorar -o no sabía- sobre un próspero fraude que ocurre en esta parte del mundo por medio del cual viejas monedas indias pasan de contrabando y son derretidas en Bangladesh.
Posteriormente, el material se utiliza para fabricar hojillas de afeitar que luego son vendidas por hasta siete veces el valor inicial de las monedas
El timo ha provocado una grave escasez de monedas en el este de la India, lo que a su vez ha obligado al gobierno a disminuir la cantidad de metal que ahora utiliza en la fabricación de las monedas.
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