Dos de las tres personas heridas el sábado en la noche por los pelotazos lanzados a los fanáticos por jugadores del Licey, presentarán una demanda judicial.
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El licenciado Manuel Sánchez y el estudiante de término de ingeniería civil Jonathan Rafael Marte Pereyra, irán a los tribunales a establecer la demanda contra el equipo azul, al que responsabilizan de la agresión de que fueron víctimas cuando presenciaban el partido de béisbol entre Gigantes y el Licey, en el estadio Julián Javier.
Serán representados por el abogado Washington Espino.
Los Gigantes, el equipo más joven del béisbol dominicano, ha tenido varios altercados con el Licey.
Marte Pereyra fue alcanzado por un pelotazo que le dividió la mandíbula, mientras al abogado Sánchez el pelotazo lo golpeó en el hombro derecho, al igual que el pelotero Sully Bonelly y una niña que no ha sido identificada.
Se dijo que también resultó herido el empresario Roberto Bonnelly.
El incidente se produjo cuando, luego de pelotazos a varios jugadores de los Gigantes y Licey, hubo un conato de pleito entre los jugadores Willie Aybar y el lanzador Julio de Paula, lo que provocó que se vaciaran las bancas de ambos conjuntos.
Ante esa situación, fanáticos que estaban en los “blicher” lanzaron botellas plásticas, lo que fue ripostado por Ronny Belliard, Timoniel Pérez y Aybar lanzando pelotas de manera indiscriminada contra las personas que estaban en las preferencias y palcos bajos.
En respuesta, los fanáticos lanzaron latas vacías de cervezas y desprendieron algunas butacas que tiraban al “dogout” del Licey.
Marte Pereyra fue dado de alta hoy del centro médico Siglo XXI, donde fue intervenido quirúrgicamente, al igual que el abogado Sánchez.
Lo intervino el doctor Zoilo Núñez en una operación que duró tres horas.
Joselyn Pereyra, tía del estudiante, dijo que a su sobrino hubo que colocarle alambres y gomas para cerrarle la boca, por lo que no podrá consumir nada sólido durante 45 días.
Los afectados afirmaron que establecerán la demanda para que en lo adelante los equipos actúen de manera comedida en incidentes de esa naturaleza.
Tras los hechos, fue necesaria la intervención de agentes policiales portando fusiles que escoltaron a los jugadores de Licey cuando abandonaban el play de regreso a la Capital.
POR PEDRO FERNANDEZ Y TONY REYES
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