Fue una de las ceremonias más cortas de toda la historia: 2 horas y 9 minutos.
Raymond Pozo y Karina Pasián se lucieron como pareja cómica. El libreto que desarrollaron y el trabalenguas del final fueron de lo mejor que tuvo esta entrega.
El representante de Anthony Santos, luego de tantos problemas, hastió a la gente con un discurso que fue recibido con burlas al captar que no hablaba con coherencia. Tuvo que ser casi halado hacia fuera del escenario.
Los más breves: Franklin Romero, José Luis Reyes, Iván García y Sonia Silvestre.
Las más impactadas por la emoción: Cristal Marie y Luz García.
En el guión se marcó el inicio de la campaña de Sergio Vargas a la sindicatura de Villa Altagracia.
La sorpresa más agradable: el triunfo de Aisha Syed como artista destacada en el extranjero.
Mucha gente se sorprendió que ganara sobre dos pilares de la música como Michael Camilo y José Antonio Molina.
Estos se alegraron cuando la vieron subir a escenario. La prodigiosa violinista de Santiago tiene una labor menos conocida en el país pero en la que ha tenido que evidenciar talento y capacidad de entrega y aprendizaje.
El premio más previsible: el de Omega, seleccionado por teléfono por el público, con más del 70 % de las llamadas que se hicieron.
La “puya” más ríspida a los jurados: la de Peña Suazo cuando recibió el Casandra por Arreglista del Año: “Me alegra recibir esto después de haber arreglado 300 canciones”.
Los presentadores de premios extranjeros más destacados: Daddy Yankee, Paloma San Basilio. Aprovechó para pasar el anuncio de su próximo concierto en el país, traída por César Suárez.
El bache más destacado, cuando anunciaron que venían a entregar premios Aisha Syed y Sergio Vargas y no salieron. Debieron meter anuncios.
El invitado internacional más desabrido: Cristian Castro.
El invitado internacional más expresivo: David Bisbal.
El ganador más contento: Angel Muñiz.
Otro detalle gracioso: el tono “americaniao” de karina Pasian para llamar a la premiada Jatnna Tavárez.
Otro buen momento de justicia: el Casandra al mérito a Rhina Ramírez.
El discurso de agradecimiento más sarcástico e inteligente: el de Angel Muñiz al decir que en el país la ficción ha superado lo que dice en la película “Ladrones a Domicilio”.
La canción más hermosa del espectáculo: “Abre camino”, con texto de Adita Selman y arreglos de Manuel Tejada y Tes-a-T, e interpretada por los cantantes cristianos que dieron un palo con es pieza.
Mucha gente lloró y no pocos consideraron que tenía tal belleza que debió abrir o cerrar el premio.
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