Un maricón estaba cansado de ser homosexual y se dirige a un curandero.
¿Cuál es su problema Señor Bonilla?
Estoy aburrido de ser maricón, ¿existe algún tratamiento para dejar de serlo?
Claro que si, bájese los pantalones que yo le arreglo ese problema.
Entonces Bonilla se baja el pantalón y el curandero empieza a pasarle el dedo índice por el borde del ano a Bonilla, diciendo lo siguiente:
Por la orilla por la orilla, que se mejore Bonilla...
por la orilla por la orilla, que se mejore Bonilla.
Así por un par de minutos, hasta que Bonilla lo interrumpe con voz temblorosa y le dice:
Por el medio! por el medio!... que Bonilla no tiene remedio!!!
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Muy bueno
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