Hombres y mujeres que se movilizan en carros y guaguas, cines, discotecas, plazas comerciales y parqueos atracan a personas a quienes duermen, dándoles a oler una sustancia que ellos definen como un perfume “sensacional”.El pasado domingo dos hermanas que se dirigían a su residencia de Los Frailes, en Santo Domingo Este, y que abordaron un carro público en la avenida 27 de Febrero con Privada, fueron víctimas de una mujer que iba en el vehículo y les dio a oler el perfume.
Las jóvenes, que pidieron reserva de sus nombres, fueron dormidas y abandonadas en unos bancos de la Plaza La Trinitaria despojadas de prendas, sus celulares y el dinero que habían obtenido como propina en el salón donde laboran. Fueron despertadas por transeúntes.
Otra muchacha, que también labora en un salón de belleza, en el ensanche Quisqueya, y que reside en Los Mameyes, Villa Duarte, fue dormida con la sustancia que le dieron a oler dos mujeres y un hombre y la dejaron sentada en una parada de guaguas en la avenida 25 de Febrero.
A ella le llevaron 11 mil pesos, prendas preciosas, un celular y tarjetas de crédito entre otras pertenencias, mientras que una cuarta joven fue víctima de los malhechores en un baño de un cine del Distrito Nacional.
A ella, una mujer que entró al baño le mostró el alegado “perfume sensacional”. Quedó dormida en el lugar y la malhechora cargó con todo lo que tenía, incluyendo su cartera con l20 dólares y tres mil 200 pesos, según se supo.
Otro caso se trata de una amiga de un oficial de la Policía que presta servicio en la zona oriental y le comunicó que fue víctima de la banda mientras se encontraba en el parqueo de una plaza comercial de la avenida San Vicente de Paúl.
También se supo que una señora que acudió a la oficina de una aerolínea a comprar un boleto, iba a ser víctima de los delincuentes, pero ya ella tenía conocimiento de la situación, por un pariente que fue asaltado de esa manera.De acuerdo a los informes, la sustancia es de origen haitiano.
Trascendió que no sólo en Santo Domingo se han dado casos de esa naturaleza, sino también en La Romana, donde se asegura que un capitán policial que vestía de civil fue víctima de los delincuentes, así como otras personas en San Pedro de Macorís y San Cristóbal.
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