El diario The New York Times, el mismo que reveló la semana pasada que Sammy Sosa figura en la lista de 104 peloteros que arrojaron positivo en pruebas de dopaje en 2003, editorializó sugiriendo al Salón de la Fama que abra las puertas a los peloteros que están vinculados al tema, pero que tienen méritos para la inmortalidad.El influyente diario basó su tesis en que a través de la historia, el béisbol ha experimentado cambios y los peloteros han estado vinculados al uso de sustancias cuestionables.
Puso el ejemplo de Paul Molitor y Ferguson Jenkins, dos inmortales que en la década de 1980 confesaron haber ingerido cocaína. Molitor aseguró en ese entonces que no era el único jugador del equipo que la consumía.
"Desde los anales del béisbol los jugadores han utilizado cualquier tipo de sustancia que ellos creyeran lo ayudaría a mejorar el rendimiento, sanarse más rápido o relajarse durante una larga y estresante temporada", dijo el Times en un editorial escrito por Zev Chafets.
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