La policía encontró a un bebé de tres semanas y media, apuñalado y decapitado en una vivienda en Texas, donde su madre gritaba que había matado al menor porque el diablo le ordenó hacerlo, informaron las autoridades.
La madre, identificada como Otty Sánchez, de 33 años y originaria de San Antonio, fue llevada a una clínica local en estado crítico, con heridas de arma blanca que ella misma se causó en el pecho y el abdomen, dijo el portavoz policial de San Antonio, Joe Ríos.
Los investigadores se incautaron el domingo de un sable, un machete y un cuchillo de cocina que estaban en la vivienda.
Además, encontraron a dos niños ilesos en la casa, aunque se desconocía a dónde fueron trasladados.
Sánchez será acusada de homicidio premeditado, dijo Ríos.
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