Un perro perdió su puesto de guardián y se ganó el enojo de su amo porque permitió que ladrones penetraran a un negocio sin siquiera ladrar.Bobby cuidaba el negocio de venta de frutas y comida propiedad de Carlos Manuel Martínez Martínez, de 39 años, residente en la calle Gastón Fernando Deligne, de Villa Cerro en Higuey.
Según relató el comerciante, en la madrugada de este jueves los cacos entraron al negocio luego de romper la puerta delantera, y se llevaron 60 discos compactos, 80 aguacates, dos martillos, una balanza, ocho “mamajuanas”, una funda de macitas y varios paquetes de café y azúcar.
“Pienso que eran gente de confianza, porque el perro no ladró”, expresó Martínez Martínez.
Agregó que está enojado con su perro Bobby, por lo que lo castigó dejándolo sin comer. Piensa incluso cambiarlo por otro que sea más efectivo contra los ladrones.
El caso de Martínez y su perro fue causa de risa entre los policías del Departamento de Robos, camarógrafos, periodistas y personas que se encontraban allí cuando fue a poner la denuncia.
Algunos sugirieron interceder para que el comerciante no despida a Bobby de su puesto de guardián, pues tendría que regresar a sus andanzas por las calles .
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