Soledad y silencio. Esas son las características que rodean la tumba en que reposan los restos mortales de actriz dominicana María Montez, en el cementerio privado de Mont Parnase, en el cual se encuentran las sepulturas de personalidades francesas como Charles Boudelaire, Jean Paul sastre y Simone de Beavoir, muy visitadas por quienes respetan su obra de escritores.La tumba no está en descuido, pero la soledad en que se le percibe casi intercambia roles con el abandono. La tumba tiene es sencilla. Tiene dos metros de alto y es colectiva. No está solo ella. Están alli los restos de quien fuera su gran amor y segunda pareja en matrimonio: Jean Pierre Aumont, destacado actor francés, a quien conoció el 1 de octubre de 1942 y de quien se enamoró a primera vista del apuesto caballero que, pese a ser alto (6 pies de altura), de tez blanca, ojos azules y pelo rubio, tenía cierto aire que lo diferenciaba del promedio de los norteamericanos. El estaba contratado por la Metro Goldwin Mayer para actuar en “The Cross of Larraine”.
También están los despojos mortales de Tina Aumont Montez, su hija, fallecida igual que su madre, a destiempo.
La seguridad de Mont Parnase no permite el ingreso con cámaras fotográficas al lugar por lo cual los periodistas debieron dejar fuera del cementerio sus aparatos, pero como no se habló de celulares algunos periodistas, como Domingo Del Pilar y Eillen Glass (de Puro Turismo), hicieron fotos de este lugar histórico para el arte dominicano.
La trascendencia que tiene para República Dominicana la artista María Africa Gracia Vidal (María Montez), es que fue la responsable, por los años 40’s de poner el nombre del país en conocimiento del mundo a partir de su labor en el cine, industria para la cual filmó 21 producciones norteamericanas, dos francesas y tres italianas para un total de 26 películas, logrando ser bautizada como La Reina del Technicolor.
Homenaje en RD
Cuando se anunció su muerte, el 7 de septiembre de 1951, el impacto en el mundo el arte fue tremendo. Fue sepultada en el cementerio de Mont Parnase, donde se encuentran hoy sus restos junto a los de Tina Marie Aumont, su hija. El 19 de septiembre siguiente, centenares de personas en Santo Domingo acudieron al cine Santomé para presenciar un homenaje póstumo, efectuado el 19 de septiembre de 1951. Antes de iniciarse la exhibición de Las Mil y una noche y Alí Babá y los 40 Ladrones, dos de las películas más famosas de María, el públicoque superaba la capacidad de la sala, se puso en pie para guardar silencio por espacio de un minuto. Inmediatamente después, varias personas circularon por los pasillos repartiendo fotos de la inolvidable artista, cuya muerte había causado profundo pesar en sus compatriotas.
Muerte inesperada
Montez falleció en la tina de su baño el 7 de septiembre de 1951. Se especuló que sufrió un paro cardíaco al contacto con el agua caliente.
Petición
Alvaro Arvelo pidió que para el primer centenario del nacimiento de la artista se traigan sus restos al país, dándole el homenaje final que merece.
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