A cualquiera se le va una, aunque sea Jefe de Estado, si incursiona en un territorio tan distante de su dominio como la farándula.El Presidente no se aguantaba de gozo por el recibimiento que se le dio en Duvergé y por la manera fluida y amable en que discurrió el diálogo con sectores representativos de esa comunidad.
El cura del pueblo no convirtió su pastoral en denuncia, ni hubo incidentes como el ocurrido en su anterior parada, en Cotuí, al ponerse en evidencia la suciedad del agua que sirve el acueducto.
Marianito no tuvo que sudar la gota gorda.
El mandatario estuvo tan contento que hizo el mejor de los anuncios: que cuando fuera a inaugurar las obras que se habían aprobado, no se conformaría con un corte de cinta.
"Haremos una fiesta, dijo, con El Caballo Mayor Johnny Ventura, con El Mayimbe Fernando Villalona, con José Peña Suazo y su Banda Gorda y con Josie Esteban y la Patrulla Quince".
La algarabía no se hizo esperar, aunque más de uno se preguntó: "¿Josie Esteban y La Patrulla Quince? Pero si hace años que desapareció. Josie Esteban dejó lo malo y se entregó al Señor".
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