Mark McGwire volverá al béisbol de Grandes Ligas como el coach de bateo de los Cardenales de San Luis y su manager Tony La Russa.Los Cardenales informaron este lunes que La Russa aceptó renovar por un contrato para dirigir al equipo por 15ta temporada, y que McGwire reemplazará a Hal McRae.
Como jugador de San Luis, McGwire estableció en 1998 el entonces récord de 70 jonrones en una campaña y se retiró con 583 vuelacercas en 2001.
Pero su nombre quedó manchado por el escándalo de los esteroides, sobre todo cuando se negó a responder preguntas al respecto durante una audiencia del Congreso en marzo de 2005, en la que reiteradamente señaló que no quería hablar sobre el pasado.
Ha recibido menos del 25% de los votos en tres rondas de la elección del Salón de la Fama, bastante alejado del 75% mínimo que se necesita.
McGwire no estuvo en la rueda de prensa en el Busch Stadium en la que se hizo el anuncio. La Russa y el gerente general John Mozeliak indicaron que no se tratará de escudar a McGwire de la prensa y preguntas sobre esteroides.
"De ninguna manera se está escondiendo y de ninguna estamos escondiéndolo", dijo Mozeliak.
Durante varias temporadas, La Russa había tratado de persuadir a McGwire para formar parte de un equipo en el que la gran figura ofensiva es el toletero dominicano Albert Pujols.
La Russa fue el manager de McGwire en 15 de sus 16 campañas en las mayores, tanto en Oakland como en San Luis.
La Russa, quien cumplió 65 años el 4 de octubre, estuvo meditando su futuro después que los Cardenales, campeones de la división Central de la Liga Nacional, fueron barridos por los Dodgers de Los Angeles en la primera ronda de los playoffs.
Su contrato de dos años y 8,5 millones de dólares expiraba al final de mes. Dijo que tomó la decisión de volver el fin de semana.
"Iba a estar si Mark no era coach", dijo La Russa. "El hecho que lo estará me entusiasma más".
Los Cardenales han logrado la marca de .500 en 11 de las 14 campañas con la Russa.
Mozeliak confirmó que los demás coaches seguirán en sus puestos, entre ellos el de pitcheo Dave Duncan. Se ventiló que Duncan, considerado como uno de los mejores coaches en las mayores, se había enfadado con el equipo cuando transfirieron a su hijo Chris Duncan a Boston.
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