Un mensaje enviado desde el cerebro a cualquier parte de su cuerpo se desplaza a 350 kilómetros por hora. Por eso, un impulso nervioso tarda sólo 2 décimas de segundo en llegar de la cabeza a sus pies. Pesa 1380 gramos el del hombre y 1250 el de la mujer. Contiene 30 gramos de colesterol. Emplea sólo 12 vatios para trabajar, menos que la bombilla de una nevera. Cada día utiliza la cantidad de energía que contienen 2 manzanas. Al observar que pollos corrían sin cabeza, Aristóteles concluyó que la conciencia residía en el corazón, no en el cerebro. El cerebro tiene 100 mil millones de neuronas, que son sus células pensantes, el escuadrón celular élite de su organismo, que unidas producen 100 mil trillones de interconexiones. Cada día se pierde 100 mil de ellas, que jamás se reponen. Procesan 400 mil millones de bits de información por segundo. Los ojos son la presencia externa del cerebro, por lo que no es casual que los músculos oculares son los que reaccionan a mayor velocidad que el resto de sus 600 músculos, amigo lector. El cerebro de Einstein se conserva para muchos estudios.
En 1974, Bandantta Vicitabbi, de la India, recitó 16 mil páginas de textos budistas. El niño prodigio Alan Comte, memorizó una página de números de la guía telefónica. Es cliché universal afirmar que del cerebro sólo usamos el 10% de su potencial, en realidad no sabemos cuánto. El cerebro de la ballena es mucho más grande que el nuestro, pero en proporción a su tamaño, el humano es mayor. La ballena debía tener un cerebro 4 veces más grande para equiparse en inteligencia a nuestra especie.
Cuando una persona es decapitada y al cerebro se le corta el suministro de oxígeno, éste utiliza un sistema de emergencia que le permite a la víctima estar consciente unos minutos más. Lo irónico es que, en tiempos de la guillotina, el invento se esgrimió como la más humana de todas las ejecuciones. Lo que nadie sabía es que al cercenar la cabeza, ella rodaba con plena conciencia de lo que estaba sucediendo, de modo que la pena de muerte más humana, resultó la más cruel. Finalmente, su subconsciente es más poderoso que su consciente, es el mandamás de su cerebro. ¿Qué le parece?
Escrito por: Juan Carlos García
(juajua24@hotmail.com)
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