Comenzó el mes de diciembre y con él comenzaron también a posponerse planes y proyectos “hasta el año que viene”.
Para los dominicanos, el año tiene sólo once meses, porque todo lo que no pudo completarse entre enero y noviembre se quedó para el enero siguiente. Esta afirmación es válida tanto en el ámbito privado como en el sector oficial.
Una prueba de lo que estoy diciendo nos la ofrecen los propios representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo, que, después de haber anunciado que la nueva Constitución sería proclamada el día 10 de este mes, se pusieron de acuerdo para dejar el magno evento para enero. Lo mismo ha ocurrido con innumerables negociaciones privadas que tendrán que esperar a mejores días, porque la gente “no está en eso”, sino en preparadera de fiestas y celebraciones.
Y más vale que nos sumemos todos a esta filosofía de vida, porque de lo contrario estaremos nadando contra la corriente, como el salmón. Aprovechemos la coyuntura de la mejor manera posible, ya que la misma es inevitable, y disfrutemos con moderación y serenidad los días por venir.
Diciembre ya está aquí: ¡bienvenido sea, pues!
Escrito por: Rafael Molina Morillo
(r.molina@codetel.net.do)
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