ASPIRINAS QUITAN EFECTOS A VACUNAS

Una investigación realizada en Estados Unidos encontró que ciertos fármacos de uso cotidiano, como la aspirina y el paracetamol, podrían disminuir la eficacia de las vacunas, incluyendo la de la gripe.

Sin embargo, estas conclusiones se sacaron en base a estudios realizados en animales, por lo cual los científicos de la Universidad de Missouri planean ahora corroborar sus hallazgos en seres humanos.

La aspirina o ácido acetilsalicílico es uno de los analgésicos y antiinflamatorios de uso más frecuente. A su vez, muchas personas la consumen habitualmente como parte de un tratamiento cardiovascular. El paracetamol o Tylenol (el nombre comercial) también cumple las mismas funciones, y se suele aplicar para los dolores y la fiebre típicos de las gripes y resfríos.

El doctor Charles Brown, uno de los autores del estudio, explicó que si una persona toma aspirina o paracetamol al tiempo que se da una vacuna para la gripe, entonces "hay una buena posibilidad de que no tenga una buena respuesta de anticuerpos". Detalló que estas drogas bloquean la enzima COX-1, y esto causa que el sistema inmune no reaccione con la misma fuerza.

ENZIMAS PARA LAS DEFENSAS

La ciclooxigenasa-1 (COX-1) se encuentra distribuida por los tejidos de todo el cuerpo. Es una enzima muy importante para el sistema inmune, es decir para las defensas del cuerpo humano. Ciertos fármacos antiinflamatorios y analgésicos actúan a nivel de estas enzimas, pero la Universidad de Missouri encontró que como efecto secundario podrían disminuir la efectividad de las vacunas.

Las vacunas funcionan "engañando" al sistema inmune. Como incluyen antígenos de los microorganismos causantes de enfermedades, el cuerpo interpreta que está siendo invadido. En respuesta, comienza a producir anticuerpos contra el supuesto microbio agresor, que en realidad es un compuesto inyectado a través de la vacuna. Los anticuerpos generados de esta manera permanecen circulando, listos para eliminar al invasor real en caso de presentarse.

Como los fármacos como la aspirina y el paracetamol actúan sobre la enzima COX-1, los investigadores de Estados Unidos concluyeron que podrían afectar la respuesta del cuerpo humano a las vacunas.

Brown aclaró que por ahora probaron la hipótesis en animales, pero el próximo paso es trabajar con personas.

"Si nuestros resultados muestran que los inhibidores de COX-1 afectan a las vacunas, la respuesta sería no tomar este tipo de fármacos unas semanas antes de que estas sean aplicadas", afirmó.
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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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