Llega el Conde que era sordo a su mansión.
El mayordomo, que sabe muy bien de la sordera del Conde, lo recibe atentamente, le abre la puerta, agacha la cabeza y reverencialmente lo saluda:
- Adelante, hijo de la gran puta, ¿de dónde viene el señor Conde con esa cara de pájaro?
A lo que el Conde, sonriente, le contesta: - De comprarme un audífono.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.