La mujer, ese ser resistente a las dolencias físicas, que sufre estoicamente a todo tipo de maltratos, es presa fácil de patologías mortales y no escapa a éstas. Una de ella es la hipertensión pulmonar o arterial pulmonar, pues la afecta más que al hombre.Así lo revelan estadísticas del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) y de otras entidades médicas del continente americano.
Los institutos de la salud de Estados Unidos definen la hipertensión pulmonar como un estrechamiento de las pequeñas arterias del pulmón, que le dificulta al lado derecho del corazón hacer circular la sangre hacia los pulmones, a causa de lo cual, con el tiempo, ese lado del corazón puede agrandarse e incluso fallar, produciendo un paro pulmonar, paro cardíaco y la muerte.
Al explicar el origen de la enfermedad, los especialistas señalan que normalmente el lado izquierdo del corazón produce una hipertensión arterial para bombear sangre al cuerpo, mientras el lado derecho lo hace a través de los pulmones bajo presión mucho más baja.
Indican como causas posibles de la hipertensión pulmonar una anomalía genética (hereditaria); cualquier afección que cause bajos niveles crónicos de oxígeno en la sangre; enfermedades autoinmunitarias como la esclerodermia; ciertos medicamentos para dietas; insuficiencia cardíaca congestiva; antecedentes de un coágulo sanguíneo en el pulmón; infección por VIH; neumopatía o enfermedad de las válvulas cardíacas y el apnea obstructiva del sueño.
Sin embargo, en muchos casos, la causa se desconoce, por lo que se le llamaría hipertensión arterial pulmonar idiopática (HPI), y si es por un medicamento o por una afección médica conocida, como radioterapia o quimioterapia, se denomina hipertensión pulmonar secundaria.
Es una enfermedad rara y ataca más a la mujer que al hombre.
Sus síntomas son similares a los que produce el asma y podría tomarse meses para diagnosticarla. Para detectarla el paciente es sometido a cateterismo cardíaco, radiografía de tórax, tomografía computarizada del tórax, ecocardiografía, ECG, gammagrafía pulmonar, arteriografía pulmonar y a pruebas de la función pulmonar.
Visite a un médico especialista si usted siente dificultad para respirar mientras realiza las actividades diarias, si ésta empeora y presenta dolor torácico o desarrolla otros síntomas.
Durante el tratamiento, a usted se le monitoreará muy de cerca para vigilar los efectos secundarios o se le administrará anticoagulantes para reducir el riesgo de coágulos sanguíneos en las venas de las piernas y las arterias del pulmón, y en ocasiones se le suministraría oxígeno. Si nada de esto le funciona, una alternativa sería el trasplante de pulmón o de ambos y, si es necesario, del corazón.
Algunas personas con esta afección pueden desarrollar una insuficiencia cardíaca progresiva que le podría provocar la muerte.
Síntomas de enfermedad
• Dolor en el pecho
• Vértigo
• Desmayo
• Fatiga
• Hinchazón en piernas
• Mareo durante las actividades diarias
• Dificultad para respirar
• Debilidad.
Arteria pulmonar
La arteria pulmonar es la encargada de transportar la sangre con baja cantidad de oxígeno desde el ventrículo derecho del corazón a los pulmones, donde toma oxígeno; luego pasa a las cámaras izquierdas del corazón, donde es bombeada por el ventrículo izquierdo a través de la arteria aorta a todo el cuerpo, por lo tanto, tiene el papel de oxigenar la sangre, de limpiarla.
hola soy sandra tengo 32 años y soy de pereira tengo hipertencion pulmonar primaria detectada hace un año y gracias a dios a la virgen a mi esposo y familia la he aceptado
ResponderEliminarsandrabaez_1978@hotmail.com