“La actitud asumida por el suscrito durante los acontecimientos desencadenados en el último partido de la serie semifinal entre los Gigantes del Cibao y los Tigres del Licey, bajo mi dirección, fue injustificable.”“Del mencionado incidente entre el árbitro Daniel Reyburn y el firmante de esta declaración, ocurrido en el calor de una áspera discusión en la que mediaron insultos personales difíciles de tolerar, es algo de lo que estoy plenamente arrepentido.”
“Deseo por este medio expresar mis más profundas disculpas a mi familia, mis seguidores fieles, a toda la afición deportiva dominicana, a los fanáticos de nuestro equipo, a la directiva de los Tigres del Licey, al Colegio de Arbitros y Anotadores, a la Nacional Association of Baseball Leagues, y a la Liga de Béisbol Profesional, por mi conducta inadecuada y contraria a la ética y los principios aceptados en nuestro deporte.”
“Apelo a la generosidad de la indulgencia del público y la sociedad dominicana y a la comprensión de quienes hacen opinión pública nacional e internacionalmente, en el entendido de que soy un ciudadano respetuoso y firme creyente de la convicencia civilizada.”
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