Los protestantes comenzaron a entrar desde las 7:00 de la noche al hotel Santo Domingo, donde sería puesta en circulación la obra que sería presentada por Angelita Trujillo a través de una videoconferencia desde Miami.
Los agentes policiales que estaban allí no lograron impedir que llegaran al salón donde se llevaría a cabo el acto. Tampoco lograron impedir que algunos familiares de Trujillo fueran empujados y hasta golpeados.
Impiden el acto
En el salón donde se realizaría el acto estaban Patricia Solano y Carmen Imbert Brugal, quienes en calma comenzaron a interpretar el himno de las Hermanas Mirabal, en protesta por el libro que trata de resaltar la imagen de Trujillo, y que según sus promotores “tumbará altares” porque cita nombres de familias que alegadamente se aprovecharon del régimen tiránico.
Los ánimos se caldearon cuando decenas de personas entraron al salón del hotel e impidieron el acto con gritos como “Trujillo asesino”, Trujillo ladrón”, “se van” y “para fuera”, entre otras consignas.
Otros llevaron pancartas con escrituras en contra del ajusticiado dictador.
Para Carmen Imbert Brugal, Angelita Trujillo y “los escritores anónimos” de la obra son unos mentirosos.
Pilar Amiama dijo que con el libro buscan “herir familias y hundir familias”.
La descendiente de Luis Amiama Tió, una de las víctimas del régimen, recordó que durante el mandato de Trujillo el pueblo dominicano vivió “horrores”, por lo que rechazó la exaltación de su figura con un acto similar.
Agregó que como persona de “principios y valores” no puede permitir la realización de una actividad similar.
Mientras que Luis Pellerano Amiama, otro familiar de las víctimas del tirano, precisó que la reacción del grupo es una prueba “de que aquí hay un pueblo que recuerda, un pueblo que no olvida” y que se opone al intento “de ponerle un rostro angelical a un Trujillo”.
“Aquí no hay tigres protestando, aquí no hay gente mandada, aquí hay posiciones espontáneas de gente que no va a soportar expresiones de las que tiene ese libro”, acotó.
Familiares rechazan
En el salón, además de los organizadores, quienes se marcharon desde que observaron a la multitud entrar, estaban algunos familiares de ex dictador, quienes criticaron la acción.
Julieta Trujillo, sobrina del tirano, calificó la acción del grupo de protestantes como un hecho bochornoso y un abuso.
“Me parece de muy mal gusto, porque nosotros nunca nos hemos metido con nadie. Creo que es una injusticia”, dijo la hija de Román Amable Trujillo.
Empujones y trompadas
Los hechos más violentos de la noche ocurrieron a las 8:55, cuando la señora Trujillo fue sacada bajo seguridad de cinco oficiales de la Policía. Los protestantes la seguían gritando “para fuera”, entre empujones.
El primer puñetazo fue conectado a las 8:56 de la noche, cuando uno de los protestantes enfrentó a uno de los acompañantes de la señora Julieta Trujillo, quien fue escoltada por la Policía Nacional.
De salón en salón A las 8:45 p. m., cuando parecía que todo llegaría al final, los manifestantes observaron que en un salón contiguo estaba doña Julieta Trujillo y acudieron allá para sacarla.
Golpes
La sobrina de Truijllo fue abofeteada cuando los policías la sacaban del lugar.
Mejor que Duarte
Una señora que se identificó como Rebeca Herrera defendió con tanta vehemencia al tirano que dijo fue más grande que Juan Pablo Duarte.
Escrito por: Hillman Pimentel
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