RENE PREVAL SALVO LA VIDA POR AMOR A SU NIETO

Como millares de haitianos, el presidente René Préval, tiene también su pequeña historia sobre cómo salió ileso del sismo del pasado 12 de enero que destruyó a esta ciudad y cobró la vida de casi 200 mil de sus compatriotas.

En una entrevista exclusiva concedida a TVC, una estación de tele privada de Puerto Príncipe, Preval narra que ese día, estaba invitado a participar en la celebración del 150 aniversario de la Facultad de Derecho de la Universidad de Estado de Haití (UEH).

«Generalmente, no me gusta ir a estas clases de ceremonias, entonces he dicho que iré el año que viene, pero finalmente, me convencieron de ir, ya que es una fecha única en la historia de la facultad», dice Preval.

El presidente, para cumplir con el compromiso, salió del Palacio Nacional antes del terremoto.

«Eso me salvó ya que si había estado aún en el momento de la catástrofe, habría muerto, quizá a esta hora no estaría vivo».
“Me volví a continuación, prosigue el Presidente, a mi residencia privada en Canape-Vert (barrio norte de la capital, nota) para prepararme a ir al hotel Karibe, en Pétion-ville, donde debía desarrollarse la ceremonia.

(…) El seísmo me sorprendió mientras me encontraba en casa », la cual también se derrumbó.

Por fortuna, al momento del terremoto (5 :53 de la tarde) uno de sus nietos jugaba en el patio «y me puse a jugar con él, como forma de pasar el tiempo antes de ir a mi cita».

El presidente había dejado el Palacio muy temprano y quizás eso le salvó la vida, «cuando la tierra se ha puesto a temblar y que me he dado cuenta de que se trataba de un terremoto, mi primer preocupación fue proteger al niño con mi cuerpo».

“Inmediatamente después de aquello, intenté contactar a miembros del Gobierno, pero la comunicación no pasaba. Intenté tambien llamar al embajador francés Didier Lebret para pedir el envío de equipos de socorristas como lo había hecho para Nérettes, pero me enteré de que su residencia también se hundió.

René Préval también se disculpó ante la población, no había podido expresarse antes, pues el “Presidente es tan humano y los grandes dolores son mudos”.

Preval.
“Ante la imposibilidad de desplazarme en coche, debí recurrir a una taxi-moto para andar por la Capital. En primer lugar me fuí para Bel –Aire”.

Bel-Aire.
En este barrio fue donde Preval comenzóp a darse cuenta de la amplitud del desastre, vio cadáveres a los dos lados de la carretera.




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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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