SANTIAGO .-Hay 40 lugares con el nombre de Santiago distribuidos en diferentes áreas de la tierra. Todos toman el nombre del mismo personaje que le ha dado vigencia por centurias.
Si lo que abunda no daña, aquí hay una pléyade de Santiagos hasta para regalar y regalarse.
Esa diversidad de nombres que terminan en uno mismo incluye Estados Unidos, donde hay ocho Santiago.
Las diferencias siempre están atadas al contexto histórico, a la praxis específica de cada región y a sus logros particulares,
Al iniciarse esta investigación no se esperaba que “abundara” este nombre en el territorio dominado por los anglosajones, celosos de sus herencias pero no tanto como para olvidar la historia que tiende a fijar las estructuras del pasado, casi siempre impreciso.
Cada uno de estos Santiagos contiene sus propias identidades.
El nombre no es el que hace la diferencia, sino exactamente sus particularidades y praxis cultural.
Esa diversidad diferenciadora es un matiz de lo cambiante y lo procesual.
Las costumbres humanas se replican de alguna forma por todo el orden planetario.
Comenzar el itinerario geográfico con el significativo nombre de Cantabria es evocar un cierto nombre del Santiago español.
Aunque existe la frase del refranero de que segundas partes nunca fueron buenas, esta no es una sentencia axiomática.
Hay dos Santiago cantábricos realmente.
Pero el más famoso es el Santiago de Compostela, con su camino que recorren peregrinos y turistas.
Santiago era formalmente un guerrero medieval a caballo, un caballero que combatió bajo el poder de la Iglesia Católica paras extender su territorialidad y tendencias conquistadoras de la época y que terminó por ser elevado al santoral de esa institución religiosa.
Entonces, Santiago de Compostela es conocido a nivel internacional debido a la fuerza histórica que le impregnan las creencias.
En las islas Canarias, donde no hubo siempre muchas aves con el nombre de canario -pero los nombres de los pueblos no siempre responden a un orden matemático ni a la exactitud- hay una denominada Playa Santiago, en Santa Cruz de Tenerife.
Las Canarias, algunos de cuyos habitantes fundaron a Montecristi, en la República Dominicana, han devenido en una magnífica zona turística.
Ni siquiera Brasil está excluido de un bello Santiago con su abundancia toponímica y sus fuerzas anímicas fundacionales.
Se trata del Santiago Rosario, del Maranao brasileiro.
Otro Santiago es el de Río Grande do Sul.
De ahí echamos alas hacia el gran Santiago de Chile, la capital de la nación sudamericana, uno de los más renombrados centros culturales
Latinoamericanos, lleno de vida y de leyenda y luchas variadas que no se pueden contar todas en una crónica.
Condesciende la nave utópica a Costa Rica, con sus bellísimos bosques que relucen a escala del verde y de la música tropical natural.
Es el Santiago Paraíso, de la región Cartago.
Santiago de San Rafael, Heredia también se localiza en Costa Rica.
La no menos histórica Santiago de Cuba es la cuna del apóstol José Martí y entre sus atractivos se puede apreciar, además de la cubana insoslayable, la emoción del Caribe insular, la inmensa variedad de matices de los mármoles que adornan el cementerio ornamental.
Cuando un dominicano de Santiago de los Caballeros va a La Habana puede ser confundido por los mismos cubanos con otro santiaguero, tanto se parecen, en el habla, en la campechanía, de Santiago de Cuba, en el parecido físico, en el fenotipo, aunque sus costumbres difieren, en cierta medida, como debe de ser.
Los santiagueros del Cibao, llamados también santiaguenses para fines de diferenciaciones y otras minucias y detalles de la lengua y de la geopolítica, son locos con su equipo de pelota, sus personajes, sus aficiones a la chichigua en el inicio de la primavera, sus fiestas navideñas y más.
A estos nombres de probable eternidad le siguen los santiagos de:
María, Usulután, El Salvador;
Santiago Maricopa, Arizona, Estados Unidos.
Asimismo, se localiza en: Santiago Polk, Iowa; Santiago Grand Parish, en el mismo territorio; Arenac, Michigan, y en Sherbume, Minnesota. Benton, Misuri, Alegheny, Pensilvanita y Taylor, Virginia Occidental.
Los demás Santiago se distribuyen en México, que atesora la mayor cantidad, con más de veinte, incluso mucho más que el lugar donde nació ese nombre, que en la tradición oral de la santeria caribeña se conoce como Ogún Balenyó, en Panamá, Portugal, Venezuela y Puerto Rico.
Las extensiones varían, varía el ritmo histórico pero no cambia la correlación inmediata y fugaz de los sentimientos.
Escrito por: Rafael P. Rodríguez
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