NUEVA YORK._ Un endemoniado padre afro americano de New Jersey y seguidor de una secta satánica, violó a sus cinco hijas, embarazando tres de ellas, con el perturbado alegato de que "el apocalipsis está muy cerca y sólo mis herederos pueden salvar al mundo".Durante una repugnante presentación ayer en la corte de Paterson, Aswad Ayinde, de 50 años y oriundo de Atlantic City, admitió que procreó seis hijos con sus vástagos, a las que al igual que a la madre, Beverly Ayinde amenazó con asesinar si denunciaban la situación a las autoridades.
La esposa del diabólico reveló detalles escalofriantes de la historia frente al juez Raymond A. Reddin, señalando que no pudo luchar para salvar a sus hijas de la aberración, "porque tenía mucho miedo de que todas, fueran asesinadas" por el hombre.
Ayer mismo, el hombre fue acusado formalmente de cinco cargos de violación sexual agravado, asalto sexual, lascivia, poner en peligro el bienestar a las menores y contacto sexual criminal. La mujer dijo a la corte que hasta el día en que fue arrestado ninguna de sus hijas había visto un médico por el mismo temor que tenía la familia.
Expresó que las niñas recibían clases en la casa. Sus nietos no tienen certificados de nacimiento y el hombre asumió el control de ellos. El endemoniado padre, es conocido también por el sobre nombre de "Eric McGill" y fue detenido en julio del 2006, pero será en las próximas semanas cuando sea juzgado por los cinco casos de violación sexual a sus hijas.
Los juicios se harán por separado y el primero comenzará esta primavera. El juez decidirá hoy mismo, cuales partes del testimonio de la madre pudieran ser admisibles en las causas judiciales. Ella no está incluida en el expediente como víctima en la miríada de cargos contra el criminal, porque las acusaciones sólo aplican a las menores.
En sus revelaciones al juez, ella sostuvo que todas eran sometidas a brutales palizas por parte de su marido para obligarlas al silencio, privadas con frecuencia de comer y amenazadas de muerte. Dijo que una de las niñas fue violada varias veces en una funeraria abandonada de East Orange, un poblado de New Jersey.
También reveló que producto de las golpizas propinadas por el diabólico individuo tuvo un aborto forzoso y el marido, la obligó a botar el cadáver de la criatura enrollado en un pedazo de alfombra. Además, las obligó a mudarse a varios lugares de New Jersey y Brooklyn en Nueva York.
La separación llegó finalmente en el 2002 cuando un amigo de la mujer descubrió lo que estaba ocurriendo y desde ese año el abusador sexual huyó de la policía que lo capturó cuatro años más tarde. La pareja procreó a nueve hijos desde 1977 y el divorció se ejecutó en octubre del 2009.
En su testimonio, añade que ella y el hombre no sostenían relaciones desde el 2002 cuando éste se convirtió en prófugo de la policía y la justicia.
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