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La joven de 16 años dice que su padre la obligaba a sostener relaciones sexuales todos los días durante cinco años.
Cuando se descubre el embarazo, según la menor, para salir ileso de la situación el padre la obliga a mentir.
Al presunto agresor le fueron dictados tres meses de prisión preventiva, aunque ya lleva ocho meses en la cárcel de La Vitoria a espera de una prueba de ADN que demuestre si es el padre de la criatura.
El temor de los familiares es que ante la falta de una prueba que demuestre que el hombre es el padre y abuelo del bebe al mismo tiempo, lo dejen en libertad.
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