El clan es una mezcla de fama, glamour, leyenda, tragedia, conspiración y maldición. Se funda con el matrimonio de Joseph P. Kennedy y Rose Fitzgerald. 5 de sus hijos murieron en circunstancias violentas o por accidentes. El primero en fallecer es el primogénito Joseph, en la Segunda Guerra Mundial. Le siguió Khatleen, muerta en 1948 en un accidente de aviación. Rosemary queda incapacitada de por vida desde 1941.
El asesinato del presidente Kennedy pertenece a la memoria histórica de la humanidad. Todo el mundo ha visto el momento en que lo acribillan, iniciando la era del poder mediático. Existen 238 libros sobre complots en casi medio siglo de especulaciones. En 1968, Robert Francis Kennedy Bobby es tiroteado y muerto. En 1964 Ted Kennedy estuvo a punto de fallecer en un accidente, y muere en este 2009 por un tumor cerebral.
Michael, hijo de Bobby, muere esquiando en Colorado, en 1997. David, otro de sus 11 hijos, muere antes por sobredosis de cocaína, en 1984. El hijo del presidente, John-John, muere en un accidente de aviación en 1999. Previamente, el hijo de Ted sufría un cáncer de huesos a los 12 años de edad, por lo que le amputan una pierna.
Se han esgrimido más de 60 conspiraciones para acabar con la vida del presidente. La mafia, los israelíes, los cubanos, los rusos, el FBI, la CIA, los sindicatos, etc. O que los halcones lo mataron por católico. O por fracasar en la invasión a Cuba. O por oponerse a una escalada en Vietnam. Hasta la teoría sentimental de que Aristóteles Onassis decide eliminarlo para quedarse con su mujer. Todo un planeta perpetrando contra un presidente. Entre los que tiraron del gatillo, los más jalados por los cabellos son: 3 supuestos mendigos arrestados en el lugar de los hechos, que en realidad eran agentes secretos que participaron en el crimen, y nunca más se supo de ellos. Que en medio de la confusión, el chofer del automóvil presidencial saca un arma y remata a Kennedy.
La más rabiosamente locuaz de las teorías establece que el mismo presidente planificó su suicidio. Consciente de que sufría el mal de Adisson, decidió acabar con su vida para convertirse en leyenda y no tener que dejar su mandato por incapacidad. En realidad, el tiempo se ha encargado de asesinar la verdad. Para muchos, un crimen perfecto, brillantemente mercadeado y leyenda urbana por antonomasia, anecdóticamente recordada cada 22 de noviembre por los 4 puntos cardinales. El presidente que cambió al mundo.
Escrito por: Juan Carlos García
(juajua24@hotmail.com)
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