Tenía 10 días secuestrado y deja carta a sus hijos
TEGUCIGALPA. (El Viajero Digital).- Envuelto en varias sábanas fue encontrado en la colonia Venezuela de Comayagüela, el cadáver del empresario dominicano Miguel Jaar, de 75 años de edad, quien tenía 10 días secuestrado.
Según informes preliminares, brindados en la escena del crimen por expertos de Medicina Forense, el empresario aparentaba haber fallecido de un paro al corazón, ya que no tenía ningún signo de torturas, heridas de bala, arma blanca o asfixia.
El cadáver de Jaar fue hallado a las 5:00 de la mañana, en una casa abandonada y con la puerta abierta, por lo que se presume que en esa vivienda tenían al empresario secuestrado.
La alerta la dieron vecinos del sector al observarlo envuelto en las sábanas con las manos sobre el pecho y boca arriba, por lo que horas después llegaron familiares del empresario quienes confirmaron la identidad del mismo.
Don Miguel tenía todos sus documentos personales entre los que encontraron una carta manuscrita dirigida a su familia, en la cual les contaba el cautiverio que estaba viviendo a manos de sus secuestradores, quienes exigían una millonaria recompensa por su liberación.
El empresario murió, según informes preliminares de Medicina Forense, porque los secuestradores no le dieron las medicinas que él tomaba para la presión y el corazón, por lo que la falta de medicamentos y la tensión a que estaba sometido por el cautiverio, le habría provocado el infarto.
Familiares del occiso, durante el reconocimiento del cadáver, mantuvieron total hermetismo sobre el caso y trataron de impedir a través de la Policía que se le hicieran fotos al cadáver.
Después del levantamiento del cadáver, la policía ingresó a la vivienda que estaba con la puerta abierta y tras hacer las primeras pesquisas, un oficial conformó que en esa casa hubieran tenido al secuestrado.
El empresario Miguel Jaar fue secuestrado la noche del lunes 10 de mayo a las 8:00 de la noche, cuando se aprestaba a ingresar a su casa de habitación en la colonia Alameda de Comayagüela, junto a su chofer, quien horas después fue dejado abandonado en colonia La Cañada.
Jaar, quien era de República Dominicana, pero desde hace varios años se había radicado en el país, era el propietario del centro comercial La Alambra, ubicado frente a la primera entrada de la colonia Kennedy.
10 millones de lempiras exigían los secuestradores por la liberación del empresario Miguel Jaar.
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