LOS MILPIES Y LOS CIEMPIES

Escrito por: Juan Carlos García
(juajua24@hotmail.com)



Los milpiés y los ciempiés se parecen, pero pertenecen a clases distintas. Desafiando las leyes de las matemáticas y al mismísimo Pitágoras, hay ciertos ciempiés que tienen más patas que algunos milpiés. Asombrosamente, existe un milpiés con apenas 30 pares de patas, un verdadero y descarado fraude. El autor del nombre del milpiés era un exagerado, o será que nunca se detuvo para contarle al milpiés, una por una, todas sus patitas. Dijo mil y la cantidad fue unánimemente aceptada, pero no. Estos bichos sólo tienen un máximo de 375 pares de patas, o sea, 750 en total.

Conforme van creciendo, los milpiés van aumentado su número de patas, en cada anillo que crece en su cuerpo segmentado. Hay una curiosa especie de milpiés que parece invertido, ya que su parte trasera parece la delantera, y la delantera parece su trasero, todo con el ánimo de confundir. No siempre tienen ojos y algunos desarrollan antenas. Los hay negros, grises, azules, rojos, amarillos y pintos. Hay un milpiés diminuto del largo de una uña, pero con 190 pares de patitas. Cuando mudan la piel dejan de comer. En las regiones tropicales aparecen milpiés larguísimos, que se desplazan por debajo de la hojarasca. Algunos ponen unos 5 mil huevecillos al mes. Al cabo de 2 años, mueren.

Todos los milpies se enrollan para protegerse de los depredadores. El truco les funciona tan bien que por eso llevan 400 millones de años viviendo exitosamente sobre la Tierra. Se han clasificado 12 maneras de enrollarse. La mayoría son inofensivos pero algunos desarrollan glándulas tóxicas. Todos ellos liberan ácido cianhídrico que producen mal olor y alergias. Si un milpiés invade una casa, morirá en menos de un día por la falta de humedad.

No es un prejuicio machista mío, pero está comprobado que las hembras son más peligrosas que los machos. Finalmente, es curioso que al milpiés lo llamemos de esa forma, cuando en realidad tiene patas y no pies. Sin embargo, nadie en su sano juicio los llamaría milpatas, sino milpiés. En cambio, el ser humano que sólo tiene dos pies, puede meter la pata miles de veces, y nunca nadie dirá que metió el pie. Qué interesante.
Share on Google Plus

Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

0 comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.