¿Echará de casa el Príncipe Andrés a Sarah Ferguson? Desde su divorcio amistoso en 1996, la Duquesa de York vive en una estancia de la residencia oficial de su ex esposo. Pero el escándalo destapado ayer por un tabloide británico coloca al Príncipe ante un dilema imposible. Si la expulsa, se arriesga a enemistarse con ella y quedar al albur de nuevas revelaciones embarazosas. Si la mantiene en casa, alimentará las sospechas sobre sus actividades financieras y se colocará en el punto de mira de la prensa, que nunca ha visto con buenos ojos su responsabilidad como enviado comercial.Anoche la Duquesa recogió un premio en una gala benéfica de Los Ángeles. Sin maquillaje y con los ojos rojos, esquivó como pudo a la prensa y vio reconocida su labor con los niños con problemas. Pero su cabeza no estaba en California sino en la tormenta mediática desatada por el semanario 'The News of the World', que ayer difundió un vídeo en el que se la ve aceptando hasta 30.000 euros de un reportero que se hace pasar por hombre de negocios y que le pide acceso a su esposo Andrés. Ayer emergió que Sarah estaba "desolada" y "arrepentida" por lo ocurrido y que reconocía que había cometido "un error serio de cálculo". Antes, el Palacio de Buckingham había respondido a las acusaciones con un silencio gélido y el Príncipe Andrés había negado cualquier implicación.
Según diversos periódicos británicos, el escándalo ha convencido a 'Fergie' de que debe dejar la residencia oficial del Príncipe Andrés. Un ofrecimiento del que los Windsor recelan por miedo a posibles mecenas sin escrúpulos que se aprovechen de las penurias financieras de la Duquesa. "Con Sarah hemos estado muchas veces en esta situación", dice una fuente de palacio en las páginas del Daily Mail, "ha ofrecido irse muchas veces pero nunca lo hace".
El divorcio no le sentó bien a Sarah Ferguson, que nunca tuvo el gracejo, la belleza o el ardor guerrero de Lady Di. Desde entonces siempre ha vivido en la órbita de los Windsor redimiendo sus vicios a base de citas de beneficencia y haciendo caja como productora y presentadora de televisión. Lo que nadie conocía era su faceta de conseguidora al calor de su ex esposo, el Príncipe Andrés, con el que subastaba citas por unos 560.000 euros.
La trampa del reportero
Las penurias económicas de la Duquesa de York las ha destapado un tabloide británico, que le ha tendido una trampa con un reportero que se ha hecho pasar por un hombre de negocios deseoso de concertar una reunión con el Príncipe Andrés. La cámara oculta no deja lugar a dudas y muestra a 'Fergie' diciendo: "Puedo abrir cualquier puerta que usted quiera que le abra. Andrés sabe que tiene que mantenerme porque no tengo dinero. Si usted quiere conocerle para su negocio, cuide de mí y él cuidará de usted. Le aseguro que logrará 10 veces el dinero que ponga".
Sarah se reunió con el reportero en dos ocasiones. La primera en un hotel de lujo de Nueva York. La segunda en un club del barro londinense de Belgravia. Le ofreció contacto con Andrés por unos 560.000 euros y exigió para sí una minuta de unos 30.000.
La Duquesa de York se refiere siempre a su ex esposo por su nombre en clave -Billy- y le dice a su interlocutor que se lo presentará en su domicilio la próxima vez que vaya por Londres. En uno de los pasajes de la cinta, se justifica: "Dejé la familia real amistosamente. Diana se llevó 20 millones. Yo vivo con 15.000 libras al año. Por eso la Reina es mi amiga. Porque no me llevé nada de la familia. Tengo el corazón muy grande pero no tengo un penique".
'Fergie' se divorció en 1996 pero siempre ha mantenido una relación muy correcta con su esposo. Andrés dice que no sabía nada de sus manejos. Sin embargo, el escándalo volverá a poner el foco sobre sus actividades comerciales, que han suscitado críticas recurrentes en los tabloides y en la prensa seria.
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