(juajua24@hotmail.com)
Proliferan en cientos de leyendas de la antigüedad. Se les describe como criaturas muy violentas y corpulentas, devoradores de humanos. La discrepancia se centra en la estatura que alcanzaban. Según el relato bíblico, Goliat era un filisteo de 9 pies y 6 pulgadas de altura. Polifemo, el más celebre de los cíclopes, era más alto. Gilgamesh, dios de la India, superaba los 12 pies. Los titanes eran gigantes grecolatinos, 12 en total. El proverbial Prometeo, que robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres, era un gigante.
El ogro típico de los cuentos de hadas rebasa los 7 pies, de modo que es un gigante bajito. La primera mención del ogro data de 1697, en “Cuentos de mama gansa” de Charles Perrault. La palabra ogro significaría sanguinario. La ogresa, mujer inmensa y barbuda, también abunda en leyendas, capaz de cargar un buey. Hallazgos científicos avalan su existencia: hachas de 15 libras de peso, cascos para cabezas enormes, la osamenta de Java, en China, exhibe huesos de 4 m.
127 pasajes persas, egipcios, asirios, sumerios y en toda América, los mencionan. Es altamente posible que una raza de hombres muy altos se extinguiera hace 4 mil años, eso explicaría los grandes muros y colosales edificaciones de civilizaciones remotas. Tiahunaco, en Bolivia, es un complejo arquitectónico de edificaciones enormes. En oriente hay tumbas para difuntos de 7 m. Los Nefilm de tiempos de Noé eran gigantes.
Tártalo fue un gigante cuyo entretenimiento favorito era arrojar colosales piedras de un valle a otro. Los patagones en América del sur, de cuyo nombre se deriva Patagonia, eran gigantes. Los hecatónquiros poseían 100 manos y 50 cabezas, fenómeno que conectaría con los extraterrestres, al afirmar que bajaron del cielo y podían arrastrar 7 hombres. Hagrid, en Harry Potter es “un gigante enano”, típico en leyendas de toda Europa.
Existen descripciones de gigantes alados, vinculados con los ángeles. Una leyenda nórdica sostiene que peligrosos gigantes fueron encerrados en el inframundo, para evitar que se comieran a los niños del mundo. Y asómbrese: en Noruega hay una caverna de 4 Km. de profundidad, cuyo punto de entrada es artificial y mide 12 m de altura.
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