( hugolopezmorrobel.@gmail.com)
El abuso comprobado que se cometió contra el lanzador venezolano Armando Galarraga, a quien un árbitro le robó un juego perfecto, ha servido para que muchos deportes se lancen a la utilización el vídeo cuando se producen jugadas controversiales.No entiendo las causas por las que el béisbol ha querido mantenerse a espaldas de esa práctica, bajo el falso alegato de que de aplicarse se “desvirtúa la esencia del juego”.
Esa fue la causa que esgrimió el comisionado Bud Selig para no echar atrás la decisión del árbitro James Joyce en el caso Galarraga, a pesar de que admitió que se equivocó, al punto de tener que pedir disculpas públicas. Mientras Selig piensa que se desvirtúa la esencia del béisbol, el comisionado de la NBA, David Stern aprueba esa práctica como forma de evitar inconvenientes que sin duda, evitan muchos dolores de cabeza. Todo parece indicar que la opinión externada hace unos días en la cadena NBC, por el presidente Barack Obama sobre ese y otros casos recientes de malas decisiones arbitrales, ha tenido algún tipo de repercusión en la adopción del vídeo.
Si el mundo avanza en todos los aspectos, no es posible que en los deportes se mantengan medidas anacrónicas, bajo el falso alegato de que se “pierde la esencia”.
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