SAN LUIS, (Post Dispatch).- Algunas veces alguien desde afuera ve cosas que los que están demasiado cerca de la situación no. Con eso en mente, permitan a un fanático de los Cachorros de toda la vida darle a los Cardenales algún consejo.Cambien a Albert Pujols. Haganlo ahora.
En este momento, los Cardenales pueden obtener algo por él. Eso pronto cambiará. En 2012, él será un agente libre. Se habrá ido. Los Cardenales no conseguirán nada.
Dentro de 16 meses, no será LeBron James llevando a cabo un especial de ESPN para anunciar sus planes. Será Pujols, y sus planes no incluirán a San Luis. ¿Quiere la Nación Cardenal pasar por eso?
En sus corazones, ustedes saben que él se irá. No hay manera de que Hill DeWitt permitirá al equipo volver a firmar a Pujols. Eso significaría sobrepagarle. Esa es la naturaleza del contrato que una estrella establecida demanda. Un equipo no está firmando a un jugador joven por lo que va a hacer en el futuro. Un equipo está firmando a un jugador viejo mediante un contrato de largo plazo basado en lo que hizo en su cúspide.
Esa es la fórmula para sobrepagar.
En el caso de Pujols, él será sobrepagado dramáticamente. El ha sido por los pasados años uno de los mejores jugadores de siempre, pero ya su producción ha comenzado a resbalar, Mi colega Bernie Miklasz citó algunos números en una columna a final de mayo: “su promedio de slugging desde el pasado 18 de julio es .551, lo cual es muy bueno, pero no para Pujols. Antes del pasado 18 de julio, el promedio de slugging de la carrera de Pujols era .631. Así que gemos visto una caída de 80 puntos en su slugging y un dramático decrecimiento en su proporción de jonrones”.
Talvez Pujols ha elevado sus números desde entonces –yo no doy seguimiento a estas cosas- pero la tendencia es clara.
Pujols tendrá 32 años para la campaña de 2012. Quien sea que lo firme le estará pagando basado en números que casi seguro no va a ser capaz de duplicar.
Pero este es el béisbol, y algunos equipos están contentos con sobrepagar a las estrellas. Los Yankees, por ejemplo. Quizás los Metros, los Medias Rojas, los Dodgers o quizás hasta los Cachorros. ¿Pero los Cardenales? Ellos tontamente compitieron contra ellos mismos y le sobrepagaron a Matt Holliday la pasada temporada. Un toletero sobrepagado por equipo de mercado mediano. Es una regla no escrita.
Así que Pujols se irá.
¿Qué hay de esperar hasta el próximo año para cambiarlo? Eso no funcionará. El va a querer probar el mercado de agentes libres de 2012, y eso disminuirá su valor en 2011. ¿Por qué dar algo valioso a los Cardenales a cambio de un alquiler?
Así que cámbienlo ahora. Un equipo lo tendría por una temporada y media. Quizás si es un equipo que está listo para dar el salto, ese equipo podría pensar en poder firmarlo a largo plazo. Así los Cardenales pueden aún conseguir valor por él. Pero la ventana de la oportunidad se está comenzando a cerrar.
Hay otras consideraciones, también. Los periodistas que siguen a los Cardenales se quejan de la falta de liderazgo en el camerino. Algo de eso puede atribuirse a Pujols. Después de todo, él es claramente el mejor jugador del equipo y uno de los miembros de más edad –y desde cualquier punto que podemos decir, él es una persona de primera clase- pero no es un tipo muy hablador. ¿Pero cuál otro tiene la estatura para tomar ese rol? Mientras Pujols sea el perro alfa, no esperen que algún otro comience a ladrar.
Además, también, malas relaciones parecen existir entre Pujols y el dirigente Tony La Russa. Ellos tuvieron un choque público en mayo cuando Ryan Ludwick fue puesto out robando siguiendo órdenes de tratar de robar segunda con Pujols en el plato.
Más recientemente, me pregunto si La Russa estaba enviando un mensaje cuando salió a favor de la ley de inmigración de Arizona. Yo rara vez presto atención a las celebridades cuando hablan acerca de política, pero pienso que fue un contrasentido que un dirigente de béisbol cuyo mejor pelotero es un latino anuncie su apoyo a la controversial ley. A Pujols le preguntaron acerca de la ley el mismo día y tuvo un suave “sin comentarios”. ¿Qué está pasando?
Quizás La Russa, un sofisticado de la Costa Oeste, está molesto porque Pujols aportó dinero a la estación de rock cristiano que compró la señal de radio que pertenecía a la única estación de la ciudad de música clásica.
Pero eso difícilmente importe. Si los Cardenales quieren evitar una enorme distracción el año próximo y conseguir algo mientras puedan, el equipo tiene que cambiar a Pujols ahora.
¿A quién podrían conseguir? Carlos Zambrano es una posibilidad.
Los Cardenales necesitan pitcheo. Brad Penny y Kyle Lohse están en la lista de incapacitados y podrían no volver nunca. Está por verse cómo el novato Jaime García lo hará en su segunda ruta por la liga. El coach de lanzadores Dave Duncan podría ser el tipo que finalmente logra que Zambrano complete su promesa.
Además, Zambrano trae una feroz presencia en un camerino apagado.
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