Escrito por: ROLANDO GUANTE
(reportedelasmayores@hotmail.com)
Sus números de poder se han reducido considerablemente; tendría que dar una rebaja en su próximo contrato para mantenerse en juego en Liga Americana Cuestiones aparte, Manny Ramírez ha sido unos de los toleteros más dominantes de esta generación. Con 38 años cumplidos, las lesiones le han estado castigando esta campaña y sólo le han permitido accionar en 61 juegos y consumir 186 turnos.
Sus promedio de bateo, .317 y OBP de .409 son buenos, pero su distancimiento frecuente de la alineación, su pérdida de poder, solo ocho jonrones, son razones poderosas para que las ofertas por sus servicios disminuyan y la reducción de salario sea astronómica este invierno.
A menos que ocurra algo parecido a como sucediera cuando llegó a los Dodgers hace dos años, difícilmente el conjunto de Los Angeles vuelva a contratar a Manny en un circuito donde no se utiliza el designado. Ese dinero podría ser invertido en otras necesidades.
Ramírez tendría que ir a la Americana y permitirse una rebaja sustancial en su salario como sucedió con Vladimir Guerrero –más joven que él, pero también lastimado el año anterior- si quiere seguir en Las Mayores, pues de lo contrario se quedará a disfrutar los millones bien ganados y esperar cinco años para la decisión de Cooperstown, pues números tiene de sobra y sólo otras circunstancias le podrían impedir o retrasar la entrada a ese santuario.
Ah, Ramírez tenía señalado para hoy un examen de resonancia magnética, pues tiene problema en su pierna derecha.
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