El lanzador defiende su inocencia y cree que saldrá airoso
NUEVA YORK, EE.UU. De ser encontrado culpable por los seis cargos que pesan sobre él, el ex pitcher de Grandes Ligas, Roger Clemens pasaría hasta 30 años en prisión y sería multado con US$1,5 millones, reportó el diario New York Post.
El siete veces ganador del premio Cy Young y una vez con boleto directo al Salón de la Fama, fue acusado con un cargo de obstrucción al Congreso, tres por hacer declaraciones falsas y dos por perjurio en conexión con su testimonio ante un comité de representantes que daba seguimiento a la reforma del Gobierno.
Después de tomar juramento de decir la verdad, el lanzador derecho negó haber utilizado hormonas de crecimiento humano (HGH), a pesar de los confesos testimonios de su entrenador personal, Brian McNamee, y su compañero y amigo cercano, Andy Pettitte.
Pettitte, amigo de Clemens desde hace tiempo, le dijo a los investigadores del Congreso que su ex compañero en los Yanquis de Nueva York y los Astros de Houston le confesó haber utilizado hormona del crecimiento.
Clemens alegó que la declaración de Pettitte era incorrecta y que nunca le había dicho tal cosa.
"El Departamento de Justicia toma las remisiones de los comités del Congreso muy serio", dijo el abogado Ronald Machen, quien procesa el caso en Washington. "Nuestro Gobierno no puede funcionar si los testigos no son retenidos por falsas declaraciones ante el Congreso. El mensaje es claro. Si un testigo hace o escoge ignorar sus obligaciones para testificar honestamente, habrá consecuencias".
Un desafiante Clemens, de 48 años, mantiene su inocencia.
"Nunca tomé ni HGH ni esteroides", escribió Clemens en su página de Twitter. "Y no mentí al Congreso. Yo sigo hacia delante desafiando las acusaciones del Gobierno y espero que la gente se mantenga atenta hasta el juicio. Aprecio todo el apoyo que he conseguido. Estoy feliz de que finalmente tendré mis días en la corte".
No se fijó una fecha para la primera comparecencia de Clemens, considerado uno de los mejores lanzadores de todos los tiempos en el béisbol de las Grandes Ligas hasta que su nombre apareció en el Informe Mitchell en 2007.
McNamee le dijo a las autoridades federales, al investigador del béisbol George Mitchell y al comité de la Cámara de Representantes que entre 1998 y 2002 inyectó a Clemens más de una docena de veces esteroides y hormona de crecimiento humano.
Clemens alega que McNamee miente y además ante el Congreso dijo que nunca había consumido ningún tipo de sustancias prohibidas.
El lanzador tejano también recibió un revés legal a comienzos del mes cuando una corte de apelaciones ratificó la decisión de un juez federal de Houston que no le aceptó la demanda por difamación que había presentado en Texas contra McNamee.
El abogado de Clemens es el prestigioso Rusty Hardin, de Houston, Texas.
El caso quedó en manos del juez de distrito Reggie Walton, quien presidió el juicio por perjurio y obstrucción del ex asesor del vicepresidente Dick Cheney, I. Lewis "Scooter" Libby.
Roger Clemens sigue el camino del rey de los jonrones, Barry Bonds, que también tiene pendiente un juicio -está previsto para el próximo marzo- por presunto perjurio por haber declarado ante el un gran jurado federal que investigó el escándalo de los laboratorios BALCO que nunca usó esteroides.
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