Escrito por: Hugo López Morrobel
( hugolopezmorrobel.@gmail.com)
Cuando un atleta alcanza un sitial de primer orden a nivel mundial, hasta convertirse en una especie de héroe nacional, regional o mundial, debe estar plenamente consciente de que su futuro está supeditado a la calidad de los resultados que obtenga en próximas competiciones.
Es un fenómeno muy difícil de asimilar para la casi totalidad de los protagonistas, por su incapacidad de entender una realidad de vida de que todo lo que sube baja. Uno de los casos más llamativos, y quizá el que más, es el de Félix Sánchez, quien anuncia que correrá el domingo en un torneo en Francia.
Félix no ha podido asimilar que ya le llegó la hora del retiro definitivo de las pistas.
Él tiene que saber que ya no se pertenece, que es propiedad de todos los dominicanos.
Que no puede seguir dándose el lujo de ser humillado por atletas de poca monta, tal y como ha venido ocurriendo.
Debe entender que la principal instalación deportiva del país fue bautizada con su nombre tras la obtención del oro logrado en Atenas en 2002. También debe saber que las últimas actuaciones y sus resultados son las que con más ahínco se graban en la memoria de los pueblos.
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