Escrito por: Juan Carlos García
(juajua24@hotmail.com)
El Salvador tiene un 90% de su territorio formado por materiales volcánicos, con al menos 700 centros eruptivos, reunidos en un territorio menor que el de Haití. De hecho, Centroamérica toda vive sobre un barril de volcanes. Chile es el país que posee la segunda cadena volcánica más grande y de mayor actividad en el mundo.
En Chile hay más de 2.000 volcanes, de los cuales unos 500 han sido clasificados como potencialmente activos. De éstos, entre 50 y 60 poseen registro de muy eruptivos. Chile posee 2 de los cuatro volcanes más activos de Sudamérica: el Villarrica y Llaima. Los otros volcanes en América del Sur con alta actividad son Reventador en Ecuador y Galeras en Colombia, según datos del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile. Argentina tiene 360 volcanes potencialmente listos para hacer de las suyas.
Cerca de 40 volcanes en Chile puedan entrar en erupción en el futuro cercano, afectando a millones de personas. El volcán Chaitén, en el sur del país nunca ha entrado en actividad, por lo que podría estrenarse. Indonesia posee el mayor capital volcánico del planeta. Sus trece mil islas son de origen volcánico.
Al menos entre 100 y 150 volcanes pueden hacer erupción en cualquier momento. El mundo civilizado no conoce una situación en la que dos volcanes entren en erupción simultáneamente. Lo más que hemos visto es que en poco más de un mes, como fue en marzo y mayo, tres volcanes hicieron de las suyas: en Islandia, España y Guatemala. La prehistoria fue muy diferente: vivió frecuentemente una experiencia multieruptiva extrema: hace 12 mil años 8 volcanes de una misma cadena submarina erupcionaron durante una semana sin parar. El manto de cenizas cubrió el Sol durante casi un mes. En ese viejo entonces, la Tierra estaba habitada sólo por unos 15 millones de habitantes.
Si esa misma suerte de eventos se desatara en los tiempos actuales, con casi 7 mil millones de almas viviendo en 190 naciones soberanas, la mortandad sería aterradora, el desplazamiento de refugiados sería enorme. El mundo posee cerca de 10 mil volcanes. Es una bendición que sólo un mínimo de 2 a 5, como promedio, entren en erupción cada año. La civilización sufre mucho con cada erupción, pese a todo, no podemos quejarnos: vivimos en el mejor de los mundos posibles.
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