Francia podrá competir en materia de vinos y quesos con Italia pero cuando se trata de automotores los galos dan un paso al costado, dejan su reconocido nacionalismo en casa y se suben a un italianísimo Alfa Romeo para rendir un sentido homenaje a una de las casas constructoras más reconocidas del mundo entero. Así lo hicieron cientos de fanáticos de la casa milanesa, quienes se dieron cita en las principales calles de París para recordar cien años de clásicos en todos los modelos y colores, desde las primitivas joyas de diseño decimonónico hasta el novedoso Giulietta, el último lanzamiento de la planta lombarda.
Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario
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Francia podrá competir en materia de vinos y quesos con Italia pero cuando se trata de automotores los galos dan un paso al costado, dejan su reconocido nacionalismo en casa y se suben a un italianísimo Alfa Romeo para rendir un sentido homenaje a una de las casas constructoras más reconocidas del mundo entero. Así lo hicieron cientos de fanáticos de la casa milanesa, quienes se dieron cita en las principales calles de París para recordar cien años de clásicos en todos los modelos y colores, desde las primitivas joyas de diseño decimonónico hasta el novedoso Giulietta, el último lanzamiento de la planta lombarda.
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