El mejor símbolo de la cinematografía de Hollywood es la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), con su famoso león que ruge al comienzo de las películas. Hoy el león está afónico.Fundada en 1924, cuan-do Marcus Loew, dueño de una gran cadena de teatros, fusionó tres estudios de cine para que le suplieran películas, fue hasta fines de los 1950's el estudio dominante de Hollywood. No valoró, sin embargo, la competencia de la televisión ni el cambio de preferencias del público, y continuó produciendo películas épicas y musicales.
En 1957 perdió dinero por primera vez y siguió perdiendo en los 60's. Pero su real declive vino al pasar varias veces de una mano a otra.
Primero la compró un canadiense en 1967. A los dos años la vendió a un hotelero de Nevada que quería el nombre MGM para sus casinos. En 1986 fue adquirida por Ted Turner, a quien sólo interesaba el archivo de películas y menos de un año después la revendió. El centro de producción de MGM en California fue también vendido, y es hoy propiedad de Sony Pictures.
En 1990 un financista italiano de mala reputación compró MGM con préstamos de un banco francés, pero, acusado de varios fraudes, no pagó la deuda y el banco tomó el control de la compañía, vendiéndola después. Sony Pictures, cuyo interés era lograr que MGM apoyara su formato de discos Blu-ray, compró la empresa en el 2005, en base a la contratación de préstamos y al apoyo de firmas de capital privado.
La deuda de MGM ronda hoy los cuatro mil millones de dólares y los acreedores quieren venderla por pedazos, para poder cobrar. Un inversionista de la India ofreció comprar la deuda por un 40% de su valor, pero ahora se debaten propuestas de otros dos estudios, Spyglass y Lions Gate.
La deplorable situación de MGM demuestra que los depredadores no son sólo los que talan árboles para hacer carbón. En el mundo financiero los hay mucho peores.
gvolmar@diariolibre.com
De Gustavo Volmar
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