El legendario Ron Santo, uno de los mejores peloteros en la historia de los Cachorros de Chicago y comentarista de radio, falleció a la edad de 70 años como consecuencia de un cáncer de vesícula.
“Ronnie siempre será el alma y el corazón de los fanáticos de los Cachorros”, declaró el viernes en un comunicado el director ejecutivo de los Cachorros, Tom Ricketts.
El directivo de los Cachorros también elogió a Santo por su “pasión, su lealtad, su gran valor como persona y su extraordinario sentido del humor”.
Santo murió en un hospital de Arizona por complicaciones de cáncer en la vesícula, según informó WGN Radio. Santo padeció diabetes desde que tenía 18 años y luego perdió ambas piernas por causa esa enfermedad.
Elegido nueve veces al Partido de las Estrellas en sus 15 años en las Grandes Ligas, Santo es considerado uno de los mejores jugadores que nunca ingresó al Salón de la Fama.
Pero nada hizo que los fanáticos se encariñaran tanto con Santo como su trabajo en la cabina de radio, donde era claro que nadie apoyaba más a un equipo que no gana la Serie Mundial en más de un siglo.
Su gran éxito fue siempre el amor y dedicación que tenía a todo lo que fuese relacionado con los Cachorros.
Santo jugó por los Cachorros de 1960-73 y terminó su carrera con los Medias Blancas en 1974, el equipo vecino de la Liga Americana. Se unió al equipo de transmisiones de radio en 1990.
El ex jugador de los Cachorros y Medias Blancas luchó contra varios problemas médicos tras su retiro como profesional, y fue operado de los ojos, el corazón y la vesícula después que los médicos descubrieron el cáncer.
Santo, un nativo de Seattle (Washington), se sometió a más de una docena de cirugías en las piernas hasta que le fueron amputadas por debajo de las rodillas.
Como profesional dejó una marca de .277 de promedio de bateo con 342 jonrones y 1.331 carreras impulsadas para jugar la mayoría del tiempo en la tercera base.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR VISITAR GAZCUE Y DEJAR TU COMENTARIO.