LUPERóN, PUERTO PLATA. "Habían dos mujeres de la calle peleando, entonces él (Alfredo Simón) fue a desapartarlas, cuando las desapartó, él sacó una pistola y ahí fue cuando disparó hacia donde nosotros estábamos". Con esas palabras, el joven Starlin Castillo Hernández narró la forma en que su hermano, Michel Esteban Castillo Almonte fue ultimado por el lanzador de los Orioles de Baltimore, Alfredo Simón, la madrugada del 1ro de enero en el parque central de Luperón.Castillo Hernández, quien también resultó herido, dijo que uno de los disparos le atravesó su costado derecho y luego impactó el pecho de su hermano causándole la muerte. "Cuando la bala le dio al hermano mío, él caminó, se acostó en un banco boca arriba botando sangre por boca y nariz y Freddy (Alfredo) que estaba cerca se quedó como si nada había ocurrido", expresó.
Sostuvo que después varias personas auxiliaron a su hermano para llevarlos un centro médico y que cuando pasaron cerca de donde estaba Alfredo, el lanzador supuestamente lo miró, se tomó un trago de whisky y luego supuestamente dio la espalda.
Starlin aseguró que ni él, ni su hermano tenían problemas personales con el lanzador, por lo que según manifestó desconoce las razones que llevaron al pelotero a realizar los disparos.
"Yo creo que si él (Alfredo) disparó accidentalmente como dice por qué no recogió a mi hermano y lo llevó a un hospital", manifestó Starlin.
Otras personas que se encontraban en el parque cuando ocurrió el incidente dijeron que cuando se llevaron a Michel a un centro asistencial, el lanzador se dirigió hacia una discoteca donde permaneció durante unos 10 minutos aproximadamente.
Un señor que pidió reserva de su nombre reveló que cuando Michel falleció, el pelotero fue sacado de Luperón y llevado hasta Imbert por un policía municipal llamado Buche.
De su lado, la madre de Castillo Almonte, la señora Juana Almonte pidió el esclarecimiento de la muerte de su hijo, quien tenía 25 años de edad.
Algunos vecinos, definen al pelotero como una persona alegre, que le gusta compartir con sus amigos y conocidos.
Otros residentes de Luperón señalaron a Diario Libre que el pelotero constantemente hacía disparos al aire.
De Cornelio Batista
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