El Dembow, el pegajoso y popular ritmo urbano que ha acaparado la atención de niños y jóvenes, además divertir, al hacer que los que lo disfrutan “la pasen bien jevi”, en muchos casos tiene letras que podrían llevar un mensaje errado a la sociedad.
Este género musical de origen jamaiquino, surge a finales de la década de los ‘80 y su principal exponente fue Shabba Ranks.
En los últimos dos años este género ha tenido un gran realce, ha resurgido convirtiéndose en la música del momento, con la que se identifica la juventud de hoy. Induce además a una particular y erótica forma de bailar e influye hasta en la manera de vestir.
Esta mezcla de sonidos siempre ha tenido adeptos, aunque antes no se oía de manera estridente y chillona como ahora, en que grupos conformados por muchachos, provenientes de barrios pobres de la capital le han dado un enorme impulso.
“Los pepes” dúo compuesto por Doble T y el Crow, Milka, Secreto, el famoso biberón, Pablo Piddy, Jacool, Monkey Black, Tato y el Full, Mister Manyao y otros han logrado pegarse y mejorar su condición económica.
Una de las características que definen el Dembow son sus agresivas letras que por lo general promueven el sexo, la violencia y el consumo de alcohol y de drogas.
El sociólogo José Enrique Espinal considera que la popularidad que tiene este ritmo se debe a que los jóvenes adolescentes se sienten identificados.
"La adolescencia es una etapa donde todos, absolutamente todos los seres humanos se tornan agresivos, unos en mayor grado que otros, entonces encuentran en esa una forma de canalizar esa agresividad, es un modo de expresión de lo que están viviendo y es por eso que existe tanta empatía."
Expresiones como "Hoy se bebe mafu, hoy se fuma tama, prende la vaina que no’ fuimo’ pa’ la luna", "fuma’o y loco, con una nota alta" y "si me pegas los cuernos te los pego" son parte del repertorio de canciones que se escuchan en cada esquina y que hasta los mas pequeños inocentemente cantan como si se tratara de algo normal.
Soraya Durán, madre de un adolescente de 15 años y de una de 17, expresa la preocupación que siente por sus hijos que viven expuestos a tanta desvalorización.
"Ese tipo de música no lo tolero en mi casa, pero ellos como quiera lo escuchan en la calle y a veces se juntan con malas compañías y uno no sabe lo que puedan aprender por ahí. Mis hijos no se atreven a hablarme de dejarlos ir a party como dicen ellos. Esto está perdido, tienen una manera de bailar ahora que es igual que estar teniendo relaciones sexuales con ropa, eso no es apto para ellos", manifiesta
La gran mayoría de los nuevos exponentes de ese ritmo callejero, son jovencitos menores de edad.
"No es que este mal que escuchen esta música, pero hay que ponerles mucho asunto, esa es una edad muy peligrosa donde creen que lo saben todo, pero en realidad están como en un limbo, necesitan mucho la guía de los padres. Es cierto esas letras tienen palabras feísimas, hablan de drogas, de alcohol, de sexo, cosas que en la curiosidad de la edad pueden mal interpretar", reitero Espinal.
Esta tendencia musical ha provocado tanto furor, al el punto de que es inevitable escucharla sin mover aunque sea un dedo y su impacto es tal que hasta intérpretes de otros géneros entran en la moda y mezclan sus voces con las aceleradas notas del Dembow.
Marlenis Ferreras
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