El oficial estadounidense estuvo en cautiverio durante dos días y los plagiadores lograron la liberación de 21 izquierdistas que se encontraban presos en La Victoria
Secuestro coronel Crowley demostró nivel operativo de la izquierda dominicana
Escrito por: Chichí De Jesús Reyes
(chichídejesus46@hotmail.com)
Se cumplen hoy, 24 de marzo, 41 años del secuestro del agregado de la embajada de Estados Unidos en el país, coronel Donald J. Crowley, mientras el oficial se ejercitaba en el campo de polo del hotel Embajador.
El secuestro se produjo en las primeras horas de la mañana e inmediatamente las autoridades atribuyeron la operación a una veintena de izquierdistas que guardaban prisión y cuya libertad exigieron a cambio del agregado militar de norteamericano.
El grupo lo encabezaba el secretario general del Movimiento Popular Dominicano, Maximiliano Gómez (El Moreno).
Los secuestradores, seis en total, desde el escondite en que se encontraban, se identificaron como miembros de un denominado Comando Unido Anti-reeleccionista de Militares y Civiles, al tiempo que revelaban que el principal objetivo del secuestro “es alcanzar la liberación del secretario del MPD”, aunque en el pliego de sus exigencias incluían a otros izquierdistas.
Además de El Moreno la lista la conformaban Efraín Sánchez Soriano, Clodomiro Gautreaux, Juan Pablo Gómez, Winston Vargas Valdez, Manolo Plata, Héctor y Marcos Antonio Santana, Ricardo Martínez, José Gil Torres, Daniel Valdez Vizcaíno, Luis Emilio Arias, Hugo Alfonso Hernández, Manuel Antonio de los Santos, Ignacio Marte Polanco, Alexis Ramírez, Angel Dario Alcántara, Miguel Reyes Santana y Rafael Villa Cartagena, éste último involucrado posteriormente en la muerte del general Juan René Beuchamps Javier.
Los secuestradores fijaron las 10 horas de la mañana del día siguiente para supuestamente ejecutar a Crowley, en caso de que el gobierno del Presidente Joaquín Balaguer no obtemperara a su petición de liberar a los izquierdistas. Centenares de personas se reunieron en la plazoleta Duarte, en la zona Colonial, bajo la consigna de que si mataban a uno de los políticos detenidos “el gringo será ejecutado”. Cientos de efectivos policiales, con armas de grueso calibre cercaban el área de las protestas.
Al pasar el plazo, se informó a los manifestantes que el gobierno estaba dispuesto a liberar a los izquierdistas, a condición de que todos abandonaran el país. Esta oferta hizo que los secuestradores tuviesen que modificar sus exigencias, pero mantenían la posición de que “todos debemos permanecer en suelo patrio”. Igual posición mantenían los manifestantes concentrados en la plaza.
Hablando a nombre de sus compañeros, Juan Pablo Gómez propuso la formación de una comisión mediadora integrada por el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Rafael Kasse Acta; monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito y el doctor Bienvenido Mejía y Mejía, presidente de la Asociación Dominicana de Abogados (Adoma), para buscar una salida a la situación.
Los comisionados iniciaron su mediación pero se retiraron horas después que el jefe de la Policía, general Rafael Guillermo Guzmán Acosta, advirtiera a los secuestradores de Crowley que “los presos pueden correr un ciento de peligro en caso de que algo le pase al militar americano”.
Ante la inoportuna afirmación del jefe policial, el embajador Francis Meloy Jr. y el agregado de prensa, Frank Chianconi, se pusieron al frente de las negociaciones que concluyeron en la noche del jueves 26, con la salida de los presos acompañados de Polanco Brito y del embajador de la nación azteca, don Francisco Espartano García, mientras a Crowley lo retornaban, sano y salvo, a la embajada norteamericana.
Para supuestamente mortificar al Presidente Balaguer, a su salida de la cárcel de La Victoria, uno de los izquierdistas, Marte Polanco, exigió que el grupo fuera acompañado hasta el aeropuerto “por cuatro embajadores europeos”, a lo que el gobernante espetó: “esos cuatro y todos los embajadores que quieran, pero que se vayan”.
Secuestro coronel Crowley demostró nivel operativo de la izquierda dominicana
Escrito por: Chichí De Jesús Reyes
(chichídejesus46@hotmail.com)
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| Donald J. Crowley, coronel del Ejército de Estados Unidos. |
El secuestro se produjo en las primeras horas de la mañana e inmediatamente las autoridades atribuyeron la operación a una veintena de izquierdistas que guardaban prisión y cuya libertad exigieron a cambio del agregado militar de norteamericano.
El grupo lo encabezaba el secretario general del Movimiento Popular Dominicano, Maximiliano Gómez (El Moreno).
Los secuestradores, seis en total, desde el escondite en que se encontraban, se identificaron como miembros de un denominado Comando Unido Anti-reeleccionista de Militares y Civiles, al tiempo que revelaban que el principal objetivo del secuestro “es alcanzar la liberación del secretario del MPD”, aunque en el pliego de sus exigencias incluían a otros izquierdistas.
Además de El Moreno la lista la conformaban Efraín Sánchez Soriano, Clodomiro Gautreaux, Juan Pablo Gómez, Winston Vargas Valdez, Manolo Plata, Héctor y Marcos Antonio Santana, Ricardo Martínez, José Gil Torres, Daniel Valdez Vizcaíno, Luis Emilio Arias, Hugo Alfonso Hernández, Manuel Antonio de los Santos, Ignacio Marte Polanco, Alexis Ramírez, Angel Dario Alcántara, Miguel Reyes Santana y Rafael Villa Cartagena, éste último involucrado posteriormente en la muerte del general Juan René Beuchamps Javier.
Los secuestradores fijaron las 10 horas de la mañana del día siguiente para supuestamente ejecutar a Crowley, en caso de que el gobierno del Presidente Joaquín Balaguer no obtemperara a su petición de liberar a los izquierdistas. Centenares de personas se reunieron en la plazoleta Duarte, en la zona Colonial, bajo la consigna de que si mataban a uno de los políticos detenidos “el gringo será ejecutado”. Cientos de efectivos policiales, con armas de grueso calibre cercaban el área de las protestas.
Al pasar el plazo, se informó a los manifestantes que el gobierno estaba dispuesto a liberar a los izquierdistas, a condición de que todos abandonaran el país. Esta oferta hizo que los secuestradores tuviesen que modificar sus exigencias, pero mantenían la posición de que “todos debemos permanecer en suelo patrio”. Igual posición mantenían los manifestantes concentrados en la plaza.
Hablando a nombre de sus compañeros, Juan Pablo Gómez propuso la formación de una comisión mediadora integrada por el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, doctor Rafael Kasse Acta; monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito y el doctor Bienvenido Mejía y Mejía, presidente de la Asociación Dominicana de Abogados (Adoma), para buscar una salida a la situación.
Los comisionados iniciaron su mediación pero se retiraron horas después que el jefe de la Policía, general Rafael Guillermo Guzmán Acosta, advirtiera a los secuestradores de Crowley que “los presos pueden correr un ciento de peligro en caso de que algo le pase al militar americano”.
Ante la inoportuna afirmación del jefe policial, el embajador Francis Meloy Jr. y el agregado de prensa, Frank Chianconi, se pusieron al frente de las negociaciones que concluyeron en la noche del jueves 26, con la salida de los presos acompañados de Polanco Brito y del embajador de la nación azteca, don Francisco Espartano García, mientras a Crowley lo retornaban, sano y salvo, a la embajada norteamericana.
Para supuestamente mortificar al Presidente Balaguer, a su salida de la cárcel de La Victoria, uno de los izquierdistas, Marte Polanco, exigió que el grupo fuera acompañado hasta el aeropuerto “por cuatro embajadores europeos”, a lo que el gobernante espetó: “esos cuatro y todos los embajadores que quieran, pero que se vayan”.
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