LOS RIESGOS DE LAS ANESTESIAS

No está demás la solicitud de una explicación pormenorizada de las circunstancias en que murió el periodista Luis Adames


Escrito por: José Díaz


Algunos pacientes no despiertan jamás
del sueño profundo de las anestesias.




Una de las películas menos conocida de Paul Newman es “El Veredicto” en la que hace el papel de un abogado en decadencia que lleva la demanda incoada por los familiares de una joven que llevaba varios años en coma, luego de haberse sometido a una cirugía que no implicaba grandes riesgos.

Los acusados eran el cirujano, el anestesiólogo y el hospital, una dependencia del Episcopado Católico de la ciudad. El anestesiólogo gozaba de gran fama, a tal punto de que era el autor del libro de texto de Anestesiología de las principales universidades de Estados Unidos.

El percance acontecido con la joven de la película fue una broncoaspiración, fruto de que había comido solo dos horas antes de la operación (tiempo totalmente contraindicado para dar una anestesia general), al final se descubre esto, y como el hospital quiso ocultar la Mala Practica Médica obligaron a la enfermera que hizo el ingreso a variar esta respuesta de la historia clínica que se daba a la pregunta fundamental en anestesiología: “¿Cuándo fue la última vez que usted ingirió alimentos?”, y en lugar de dos horas pusieron 9 horas.

El Jurado declaró culpables a los médicos y al hospital y para fijar la compensación económica que pedían los familiares, preguntaron al Juez si ellos podían imponer una compensación mayor.

La Broncoaspiración es una de las complicaciones más frecuentes en pacientes que están siendo sometidos a cirugía.

Nosotros planteamos en nuestra columna “algo más que salud”, del pasado jueves, a propósito de las no aclaradas circunstancias en que falleciera nuestro compañero Luís Adamés, que si yo fuese familiar de él, amparado en los derechos del paciente contemplados en el Art. 28 de la Ley General de Salud y en la estipulaciones del Código Penal, pediría que se aclarase qué fue lo que le causó la muerte: “que no despertara de la anestesia” o que “Esta (la anestesia), le provocó un Shock Anafiláctico”, pues fueron las únicas explicaciones que ofrecieron los responsables de la clínica donde se le operaba, sólo agregando, en el acta de defunción que murió a causa de un “Paro cardíaco respiratorio, trombolismo pulmonar y shock anafiláctico”.

El que “No despertar de una anestesia” es que pasó del estado de adormecimiento que causa ésta a la muerte, pero ¿Cómo? ¿Nunca se percataron que estaba sucediendo ese terrible tránsito? La anestesia, mucho más cuando es general, durmiendo por completo al paciente, reviste peligro, y amerita la total y constante observación del anestesiólogo.

Se establece que la gran mayoría de las tragedias en un quirófano (alrededor de 95%) se deben a errores cometidos por la anestesia suministrada, y la mayor parte de estas son por descuido o distracción del anestesiólogo. Un estudio prospectivo realizado en Méjico a 25 fallecimientos ocurridos en transquirurgicos, se estimo que 17 de estos fueron por error humano al administrar la anestesia.

Entre las causas más frecuentes de distracción de éstos están: Salir fuera de la sala de cirugía, distracción viendo televisión u oyendo música, conversaciones en medio del procedimiento, responder llamadas telefónicas, chatear desde su móvil, conversaciones distraídas con el cirujano, sueño o cansancio del que esta suministrando la anestesia.

Nosotros tuvimos el honor de entrevistar para la televisión al fundador de la Residencia de Anestesia en el país, el Dr. Juan Coronado, y este nos dijo que el gran causante de los problemas anestésicos es precisamente la distracción en que se envuelve el anestesiólogo al momento de hacer su tarea.

El insistía siempre en eso con sus residentes, pero él mismo lo tuvo como un principio de trabajo, por eso en todo su ejercicio nunca trabajó en más de una institución, precisamente para no tener el corre corre de ir de un sitio a otro y así poder darle toda la atención que requiere el paciente en ese trascendental momento en que su vida esta en riesgo a causa de un leve descuido.

“En mis casi 30 años de ejercicio como anestesiólogo nunca tuve un percance serio, pero que quede claro que nunca me separé un segundo del paciente anestesiado”, nos dijo Coronado al final de la entrevista.

Un pasado Director de la Maternidad Nuestra Señora La Altagracia, cuya especialidad médica principal es la Anestesiología nos aseguró que una de las dificultades que provocan la aparición de eventos indeseables en la sala de Cirugía es que a los pacientes no se le hace una evaluación anestésica previa, y que es obligatorio que el anestesiólogo consulte al paciente antes de ser operado, por lo menos 24 o 48 horas antes, por eso ellos tienen en la Maternidad un consultorio de anestesiología, dado que al evaluar al paciente desde el punto de vista del anestesiólogo, esta puede reportar aspectos que podría modificar la anestesia a ejecutar, y hasta la necesidad de posponer el procedimiento quirúrgico.

En tormo al caso de Luis Adames es probable que las circunstancias de su fallecimiento hayan sido por causa propia de su organismo que desatara ese Shock Anafiláctico citado como causa, pero esa posibilidad es la menor, dado que las características de su condición caía en la clasificación 1-2 de la Asociación Americana de Anestesiología (bajo riesgo).

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Editor Gazcue es Arte

Master en Educación Superior mención Docencia, Licenciado en Comunicación Social, Técnico Superior en Bibliotecología y Diplomado en Ciencias Políticas, Columnista del periodico El Nuevo Diario

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