Víctor Montiglio tenía 67 años y falleció de cáncer
Santiago de Chile. EFE. El juez chileno Víctor Montiglio, que en 2005 ordenó que Augusto Pinochet fuera fichado como delincuente y lo careó con Manuel Contreras, el jefe de su policía secreta, murió anoche a causa de un cáncer, informó hoy su familia. El deceso de Montiglio, de 67 años, ocurrió a las 21:30 horas (00:30 GMT) de hoy, casi un año después de que el cáncer estomacal que padecía le obligara a alejarse de su puesto en la Corte de Apelaciones de Santiago.
El magistrado, un conservador que antes solía votar en contra del desafuero de Pinochet, trámite previo a un eventual procesamiento, recibió en 2005 un total de 35 causas que involucraban al general, que el juez Juan Guzmán Tapia, el primero que enjuició al dictador, dejó pendientes al jubilarse. Entre ellos, la Operación Cóndor, Operación Colombo, Caravana de la Muerte y calle Conferencia. La Operación Cóndor fue una coordinación entre las dictaduras de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80 y la Operación Colombo un montaje para encubrir el secuestro y desaparición de 119 opositores a la dictadura.
La Caravana de la muerte fue una comitiva militar que recorrió Chile para asesinar a 75 presos políticos, que fueron secuestrados en las cárceles de diversas ciudades.
Calle Conferencia se refiere al exterminio, en 1976, de toda la dirección clandestina del Partido Comunista; Montiglio logró descubrir el lugar donde ocurrieron los asesinatos e identificar a los autores, miembros de la Brigada "Lautaro", de ese organismo, hasta entonces desconocida. En el marco de esos procesos, Montiglio ordenó confeccionar a Pinochet un prontuario, que consistió en una ficha con sus huellas digitales, fotos de frente y perfil y una relación de sus delitos.
El juez, que hasta el 2009 había procesado a 1.328 presuntos responsables de esos y otros casos de violaciones a los derechos humanos, ordenó también un careo entre Pinochet y el general Contreras, el jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la policía secreta de la dictadura. Contreras sostuvo entonces (y lo mantiene hasta hoy, cuando acumula sentencias de más de 200 años de prisión tras ser condenado en numerosos juicios) que el verdadero jefe de la DINA era Pinochet y que él sólo obedecía órdenes. Preguntado por el juez si eso era verdad, Pinochet respondió con una frase peculiar: "No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo", dijo. "Es verdaderamente lamentable lo que ha pasado. La investigación, en lo que respecta a las causas de derechos humanos y al inmenso avance que existió en los últimos años, le debe mucho al ministro Montiglio.
Víctor Montiglio |
El magistrado, un conservador que antes solía votar en contra del desafuero de Pinochet, trámite previo a un eventual procesamiento, recibió en 2005 un total de 35 causas que involucraban al general, que el juez Juan Guzmán Tapia, el primero que enjuició al dictador, dejó pendientes al jubilarse. Entre ellos, la Operación Cóndor, Operación Colombo, Caravana de la Muerte y calle Conferencia. La Operación Cóndor fue una coordinación entre las dictaduras de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80 y la Operación Colombo un montaje para encubrir el secuestro y desaparición de 119 opositores a la dictadura.
La Caravana de la muerte fue una comitiva militar que recorrió Chile para asesinar a 75 presos políticos, que fueron secuestrados en las cárceles de diversas ciudades.
Calle Conferencia se refiere al exterminio, en 1976, de toda la dirección clandestina del Partido Comunista; Montiglio logró descubrir el lugar donde ocurrieron los asesinatos e identificar a los autores, miembros de la Brigada "Lautaro", de ese organismo, hasta entonces desconocida. En el marco de esos procesos, Montiglio ordenó confeccionar a Pinochet un prontuario, que consistió en una ficha con sus huellas digitales, fotos de frente y perfil y una relación de sus delitos.
El juez, que hasta el 2009 había procesado a 1.328 presuntos responsables de esos y otros casos de violaciones a los derechos humanos, ordenó también un careo entre Pinochet y el general Contreras, el jefe de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la policía secreta de la dictadura. Contreras sostuvo entonces (y lo mantiene hasta hoy, cuando acumula sentencias de más de 200 años de prisión tras ser condenado en numerosos juicios) que el verdadero jefe de la DINA era Pinochet y que él sólo obedecía órdenes. Preguntado por el juez si eso era verdad, Pinochet respondió con una frase peculiar: "No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo", dijo. "Es verdaderamente lamentable lo que ha pasado. La investigación, en lo que respecta a las causas de derechos humanos y al inmenso avance que existió en los últimos años, le debe mucho al ministro Montiglio.
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