Plataformas de Google, Microsoft, Yahoo, Facebook, MSN.com, YouTube, Twiter, Myspace, están llevando las preferencias electorales al espacio cibernético que ya ha permeado la vida de millones de personas
Escrito por: Dionisio de Jesús
(dionisiodejesus@gmail.com)
Escrito por: Dionisio de Jesús
(dionisiodejesus@gmail.com)
Piénsese que hace tres años y medio el fenómeno Obama se gestó, tomó tamaño y se vigorizó en la plataforma de Facebook y YouTube, según los especialistas en Media, el input de su campaña fue de alrededor de un 70% a través de las redes sociales, obviamente en simpatías, porque el voto es otra cosa.
En ese período de hubo diez elecciones presidenciales en América Latina (Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay, El Salvador, Uruguay, Guatemala y Costa Rica) y en todas ellas se empezó a movilizar el voto, en unas más en otras menos, dependiendo del desarrollo de la plataforma tecnológica de algunos países, y la aceptación de los diferentes candidatos, por medio de las redes sociales.
El año pasado, hubo elecciones en Chile y Colombia, y de medio tiempo en República Dominicana, y a decir de los analistas políticos, la diferencia fue el uso intensivo de la internet y las redes sociales, pues se abusó de éstas, a tal punto que el marketing del rumor se cebó a sus anchas y cobró víctimas que a la postre permeó los resultados.
Tal fue el caso de Antanas Moskus , que cayó producto de la despiadada campaña gris que en su contra realizó el equipo de campaña del candidato Juan Manuel Santos, encabezado por el venezolano J.J. Rendón.
Y es que ya la web 2.0 ha venido para quedarse e instaurar el devenir de lo que se haga o se deje de hacer en una campaña política, porque aunque es verdad que las campañas se ganan con la infantería en el terreno y el que tenga más tiempo para saludar, visitar y compartir con la gente en la búsqueda del voto; también es cierto que ese marketing viral que se ha creado en las redes sociales, es el que contagia y disemina información, propuestas, contrapropuestas, rumores, etc., y con el vamos a lidiar en los años por venir.
Los que trabajamos en éstos menesteres de imagen y posicionamiento de candidatos.
Las redes sociales “proporcionan a los ciudadanos información en tiempo real, permiten además divulgar las campañas y las propuestas en los grupos sociales, facilitan el monitoreo de la campaña en línea, acceso, impactos, visitas, lectores, entre otras virtudes”.
Tanto las plataformas de Google, Microsoft, Yahoo (Facebook, MSN.com, YouTube, Twiter, Myspace), están llevando las preferencias electorales al espacio cibernético que ya ha permeado la vida de millones de seres humanos a través del planeta.
Son 600 millones de usuario que tiene Facebook y contando; ya Twiter hizo su contabilidad al cumplir cinco años en la red esta semana pasada y cuenta con alrededor de 200 millones en el mundo y sumando.
Esas comunidades, sea bloggers o en Facebook, Twiter, YouTube, están cambiando la manera y forma en cómo se vende un candidato, pues primero hay que ver el perfil en la red, la aceptación de este en las comunidades del ciberespacio para luego entrar con la plataforma territorial o ambas a la vez, lo que si hay que tener claro, es que con este fenómeno se rompe la dicotomía entre lo público y privado.
Ya jamás la vida de un candidato será igual, sobre todo, cuando se gana la batalla en la red. Sino fíjense en el fenómeno que fue en las elecciones internas del PRD el “Llegó Papá”, con lo que se levantó un “muerto” político que caló más en los nuevos votantes jóvenes, que vieron con agrado esa campaña Web 2.0 que se trabajó de manera muy acertada o lo que se ha venido trabajando en lo relativo al 4% del PIB para la educación del pedido de sectores sociales y que decir de lo que está pasando en muchos países de Oriente Medio. A eso sí que hay que temerle,! ay papá!
(El autor es asesor de campañas políticas y consultor de imagen).
En ese período de hubo diez elecciones presidenciales en América Latina (Argentina, Ecuador, Bolivia, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay, El Salvador, Uruguay, Guatemala y Costa Rica) y en todas ellas se empezó a movilizar el voto, en unas más en otras menos, dependiendo del desarrollo de la plataforma tecnológica de algunos países, y la aceptación de los diferentes candidatos, por medio de las redes sociales.
El año pasado, hubo elecciones en Chile y Colombia, y de medio tiempo en República Dominicana, y a decir de los analistas políticos, la diferencia fue el uso intensivo de la internet y las redes sociales, pues se abusó de éstas, a tal punto que el marketing del rumor se cebó a sus anchas y cobró víctimas que a la postre permeó los resultados.
Tal fue el caso de Antanas Moskus , que cayó producto de la despiadada campaña gris que en su contra realizó el equipo de campaña del candidato Juan Manuel Santos, encabezado por el venezolano J.J. Rendón.
Y es que ya la web 2.0 ha venido para quedarse e instaurar el devenir de lo que se haga o se deje de hacer en una campaña política, porque aunque es verdad que las campañas se ganan con la infantería en el terreno y el que tenga más tiempo para saludar, visitar y compartir con la gente en la búsqueda del voto; también es cierto que ese marketing viral que se ha creado en las redes sociales, es el que contagia y disemina información, propuestas, contrapropuestas, rumores, etc., y con el vamos a lidiar en los años por venir.
Los que trabajamos en éstos menesteres de imagen y posicionamiento de candidatos.
Las redes sociales “proporcionan a los ciudadanos información en tiempo real, permiten además divulgar las campañas y las propuestas en los grupos sociales, facilitan el monitoreo de la campaña en línea, acceso, impactos, visitas, lectores, entre otras virtudes”.
Tanto las plataformas de Google, Microsoft, Yahoo (Facebook, MSN.com, YouTube, Twiter, Myspace), están llevando las preferencias electorales al espacio cibernético que ya ha permeado la vida de millones de seres humanos a través del planeta.
Son 600 millones de usuario que tiene Facebook y contando; ya Twiter hizo su contabilidad al cumplir cinco años en la red esta semana pasada y cuenta con alrededor de 200 millones en el mundo y sumando.
Esas comunidades, sea bloggers o en Facebook, Twiter, YouTube, están cambiando la manera y forma en cómo se vende un candidato, pues primero hay que ver el perfil en la red, la aceptación de este en las comunidades del ciberespacio para luego entrar con la plataforma territorial o ambas a la vez, lo que si hay que tener claro, es que con este fenómeno se rompe la dicotomía entre lo público y privado.
Ya jamás la vida de un candidato será igual, sobre todo, cuando se gana la batalla en la red. Sino fíjense en el fenómeno que fue en las elecciones internas del PRD el “Llegó Papá”, con lo que se levantó un “muerto” político que caló más en los nuevos votantes jóvenes, que vieron con agrado esa campaña Web 2.0 que se trabajó de manera muy acertada o lo que se ha venido trabajando en lo relativo al 4% del PIB para la educación del pedido de sectores sociales y que decir de lo que está pasando en muchos países de Oriente Medio. A eso sí que hay que temerle,! ay papá!
(El autor es asesor de campañas políticas y consultor de imagen).
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