El trastorno de la doble personalidad se ha “mudado” en la vida de muchos artistas y creativos, llevándolos de estados de mucha euforia a una intensa tristeza
Escrito por: José Antonio Aybar F.
(aybarjo@gmail.com)
El ingreso de la actriz Catherine Zeta Jones a un centro de salud mental el pasado mes de abril y la revelación de que padece de un desorden bipolar, colocó sobre el tapete esta enfermedad también llamada trastorno maníaco-depresivo.
Para muchos analistas la esposa del también actor Michael Douglas actuó con valentía al decidir tratarse luego de padecer de un constante estrés el pasado año.
El caso de Zeta Jones es el de muchos famosos que padecieron y padecen esta enfermedad que causa alteraciones en el estado anímico, que oscilan entre una profunda depresión hasta manías y experimentar cambios de humor, desde sentirse sumamente triste hasta una extrema euforia.
Además de tener en común el talento, famosos como Edgar Allan Poe, Miguel Angel, Virginia Wolf, Piotr Tchaikovsky, Cary Grant y Vincent Van Gogh padecieron este trastorno.
Se dice que cada uno sufría esta alteración que obraba como disparador de su creatividad.
La estrella juvenil Demi Lovato, los actores Kristy McNichol (Buddy en la serie Family), Linda Hamilton (co protagonista de Terminator, ex esposa del director Steven Spielberg), Jean-Claude Van Damme y Richard Dreyfuss y los cantantes Axel Rose y Sinéad O'Connor, padecen el trastorno. El desaparecido Kurt Cobain también lo padecía. Una de las revelaciones de la cantante puertorriqueña Yolandita Monge, cuando se enfrascó en un conflicto público con su hija Noelia es que ésta fue diagnosticada a temprana edad con un trastorno bipolar que aumentó en la adolescencia cuando se marchó de la casa y cuando intento huir en cuatro ocasiones con los novios que tuvo.
Inicio del problema
La doctora Ana Simó revela que esta enfermedad es genética y comienza a desarrollarse en la adolescencia. “Muchas veces, en la primera etapa, escuchamos decir que él o ella tiene doble personalidad, un día te dice una cosa, otro día otra; pero es porque en realidad es una persona que vive dos estados anímicos: el maníaco y el depresivo”, destaca la sicóloga y terapéuta familiar y de pareja.
La primera es una época donde estas personas son sumamente productivas, tienen el mejor desdoblamiento, “si son actores, actrices, la creatividad está a mil y si son compositores hacen trabajos bellísimos, pero así mismo son promiscuos, viven como si tuvieran gasolina de avión dentro de ellos, rápidos”, dijo. Así mismo llega la etapa depresiva y la persona tiene conflictos con todo el mundo. “Son personas sumamente conflictivas y como nadie entiende esta situación dicen ‘eso es vagabundería’ del que la padece, pero en realidad es una enfermedad física que se diagnostica después de unos análisis que le hace el siquiatra con el que se da cuenta de la cantidad de litio en su cuerpo, entonces a través de unos exámenes se desmuestra su bipolaridad y tiene que medicarse. El problema es que la mayoría no quiere tomar medicamentos”.
El control
La falta de litio en el cerebro es el desencadenante de los cambios en el estado de ánimo. “Es un mineral que se segrega en el cerebro y cuando deja de producirlo provoca esta situación. El sicólogo enseña al paciente y a la familia a convivir con esta enfermedad que no tiene cura, pero sí se controla”. aseguró la doctora Simó.
Síntomas
Etapa maníaca:
Euforia con excesivo optimismo, alegría y vitalidad. Marcada disminución del sueño. Aumento del interés sexual, a veces con conductas inapropiadas. Alto nivel de energía y actividad, locuacidad excesiva. Extrema irritabilidad, inquietud, agresividad. Desmesurada valoración de sí mismo (grandiosidad). Cambios emocionales rápidos e imprevisibles. Conductas riesgosas sin tener en cuenta las consecuencias. Gastos excesivos.
Etapa depresiva:
Sentimientos exagerados o inapropiados, de tristeza, desesperanza, ansiedad, desgano y/o pesimismo. Pérdida de energía y motivación. Apetito disminuido o exagerado. Sueño disminuido o exagerado. Pérdida de interés o placer en las actividades usuales. Perturbaciones en la concentración y la memoria. Ideas recurrentes de muerte, de suicidio.
Escrito por: José Antonio Aybar F.
(aybarjo@gmail.com)
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| Catherine Zeta Jones |
Para muchos analistas la esposa del también actor Michael Douglas actuó con valentía al decidir tratarse luego de padecer de un constante estrés el pasado año.
El caso de Zeta Jones es el de muchos famosos que padecieron y padecen esta enfermedad que causa alteraciones en el estado anímico, que oscilan entre una profunda depresión hasta manías y experimentar cambios de humor, desde sentirse sumamente triste hasta una extrema euforia.
Además de tener en común el talento, famosos como Edgar Allan Poe, Miguel Angel, Virginia Wolf, Piotr Tchaikovsky, Cary Grant y Vincent Van Gogh padecieron este trastorno.
Se dice que cada uno sufría esta alteración que obraba como disparador de su creatividad.
La estrella juvenil Demi Lovato, los actores Kristy McNichol (Buddy en la serie Family), Linda Hamilton (co protagonista de Terminator, ex esposa del director Steven Spielberg), Jean-Claude Van Damme y Richard Dreyfuss y los cantantes Axel Rose y Sinéad O'Connor, padecen el trastorno. El desaparecido Kurt Cobain también lo padecía. Una de las revelaciones de la cantante puertorriqueña Yolandita Monge, cuando se enfrascó en un conflicto público con su hija Noelia es que ésta fue diagnosticada a temprana edad con un trastorno bipolar que aumentó en la adolescencia cuando se marchó de la casa y cuando intento huir en cuatro ocasiones con los novios que tuvo.
Inicio del problema
La doctora Ana Simó revela que esta enfermedad es genética y comienza a desarrollarse en la adolescencia. “Muchas veces, en la primera etapa, escuchamos decir que él o ella tiene doble personalidad, un día te dice una cosa, otro día otra; pero es porque en realidad es una persona que vive dos estados anímicos: el maníaco y el depresivo”, destaca la sicóloga y terapéuta familiar y de pareja.
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| Noelia, Kurt Cobain, Vincent Van Gogh. |
El control
La falta de litio en el cerebro es el desencadenante de los cambios en el estado de ánimo. “Es un mineral que se segrega en el cerebro y cuando deja de producirlo provoca esta situación. El sicólogo enseña al paciente y a la familia a convivir con esta enfermedad que no tiene cura, pero sí se controla”. aseguró la doctora Simó.
Síntomas
Etapa maníaca:
Euforia con excesivo optimismo, alegría y vitalidad. Marcada disminución del sueño. Aumento del interés sexual, a veces con conductas inapropiadas. Alto nivel de energía y actividad, locuacidad excesiva. Extrema irritabilidad, inquietud, agresividad. Desmesurada valoración de sí mismo (grandiosidad). Cambios emocionales rápidos e imprevisibles. Conductas riesgosas sin tener en cuenta las consecuencias. Gastos excesivos.
Etapa depresiva:
Sentimientos exagerados o inapropiados, de tristeza, desesperanza, ansiedad, desgano y/o pesimismo. Pérdida de energía y motivación. Apetito disminuido o exagerado. Sueño disminuido o exagerado. Pérdida de interés o placer en las actividades usuales. Perturbaciones en la concentración y la memoria. Ideas recurrentes de muerte, de suicidio.
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